lunes, 10 de septiembre de 2018

TALLERES VII





- ¡ Jucar, Jucar ! -
- ¡ Hombre, que me rompes los tímpanos con tus gritos ! ¡ ya va ! ¡ ya va ! ¡ ah !, como he de añorar los tiempos de antaño, en que este rincón era un lugar de paz ! -
- ¿ Hombre? ¿ has osado tú, llamarme hombre? ¡ Guardaos amigo de enfurecerme, pues un ínfimo soplo de mis labios bastaría para reducir todo esto a cenizas ! -
- Pues, advierto que sin más ayuda, lo estáis logrando -
- Ah!, la ironía. Poco ha tardado en salir a escena. Era previsible, desde luego ¡ bendito el instante de poca sabiduría en que consentí en llegar a este sitio ! ¿ que podría yo esperar, tratándose de poetas ? -
- ¿ No os agradan los poetas? -
- Ciertamente -
- Poderosos motivos has de tener para ello -
- ¡ Desde luego !, ¡ sin duda alguna! ¿ sabes cuantas almas me cuesta cada poema de amor ? ¡ Pues son tantas que he dejado ya de contarlas ! Llegan abajo, gustaban broncearse a sus anchas y, cuando se sienten cumplidos, me abandonan prendidos en la cola de un verso. ¡ No hay derecho, caramba! ¿ Acaso soy el regente de una colonia de vacaciones ? ¿ Y piensas, que, por ventura, les remuerde el mal que me causan? ¡ Pues no, insisten los muy benditos ! Y evocan la vida, la armonía, la belleza, la amistad, la paz ¡ mal rayo los parta ! ¡ Claro, así es muy fácil , pluma, papel, el hálito del Otro que se los hace llegar a hurtadillas, cuando le vuelvo la espalda y ya ! ¿ Alguien de ellos se digna a pensar en mí ? Creen acaso, que me place trabajar noche y día sin el descanso del sueño reparador ? ¡ no, que va, si total el pobre Sata es el último orejón del tarro ! -
- Pues, desde ese punto de vista... -
- Bah!, amigo Juanchi, no hablemos de esa gente -
- Yo soy uno de ellos -
- Pero en tu caso es distinto -
- ¿ Por qué razón? -
- Porque conoces a las damas de éste lugar -
- Veo que os aflora el diablo -
- Es natural eso en mí -
- ¿ Deseas visitar el rincón? -
- Nada me propiciaría, amigo, mayor placer -
- ¿ Nos disculpas Carlos ? -
- Desde luego, Juan, realmente no envidio tu compañía -
- Por aquí, caballero -
- ¡ Otra vez las agresiones y van...! -

( Un par de horas han transcurrido desde que se marcharon don Sata y Jucar. Bajo la sombra de la parra, jarra de horchata de por medio, Hipo diserta con excelencia frente a un confundido Carlos que busca desesperado el auxilio de su limitado intelecto. Distinto sería, claro está, si contara con la asistencia de John Cabezaprivilegiada, pero hallándose ausente el susodicho, flotaba su solitaria neurona entre las nubes del amplio hueco de su corteza sin que emerja de tales brumas la luz salvadora del entendimiento: " ¿ Y como era eso de la vida sexual del paramecio...?"
Nítidamente se oye el canto de las aves y, por un breve instante parece haber recobrado el rincón su calma, en otro tiempo habitual. Ilusión ésta que, por cierto, no ha de tardar en ser destrozada)

- ¡ Carlos, Carlos! -
- ¿ Vos otra vez?
- ¿ Esperabas a la Yifer ? -
- Seguro que Jucar te ha echado flit porque agotaste su paciencia. -
- Pues no, quedó junto al servidor -
- ¿ Y porqué te echó flit? -
- Ya te dije que...
- Quisiste manguearle la contraseña -
- ¿ Como supiste? -
- Porque te conozco, ¿ cuando vas a cambiar? -
- ¿ Creés, acaso, que soy un ángel ? -
- ¡ No me hablés, que ya me estás haciendo pasar papelón ! -
- ¡ Ah no, compadre ! ¡ en eso te arreglás muy bien vos solo ! -
- Hacéme un favor, no me hablés -
- Con todo gusto -
-............................................................................................................................ -
- ¿ Carlín ? -
- ¿ Que querés ? -
- Hacéme gamba -
- ¿ Qué ? -
- Tiráme el carrito -
- ¿ Con quién? -
- ¡ Con las chicas, zopenco, ¿ con quien más va a ser ? -
- ¿ Las viste? -
- Ciertamente -
- ¿ Y van a venir? -
- Más tarde -
- ¿ Y vos querés que les hable bien de vos? -
- Porfi -
- Ni en pedo -
- ¿ Porqué ? -
- Porqué sos malo -
- ¿ Malo yo ? ¡ Eso sí que tiene gracia ! ¡ Y que son ustedes, los humanos? ¿ angelitos, acaso ? ¡ Claro, es muy fácil mientras hay alguien que carga la culpa de todo ! ¿ No llueve?, culpa del Sata ¿ El agujero de ozono ? ¡ es el Sata, desde luego ! ¿ Te duele la muela ? ¡ para variar, el Sata ! ¿ cabeceaste con la nuca y la clavaste en tu arco? ¡ El Sata metió la cola ! ¡ Síganle tranquilos nomás que yo soy el tacho de desperdicios del mundo ! -
- Bueno, no te pongás así -
- No, si vuá saltar de alegría -
- Ta bien, me disculpo -
- ¿ Me vas a ayudar con las damas? -
- Lo voy a pensar ¿ de acuerdo ? -
- Ok! -
- Mirá, ahí viene Jucar -
- Permiso, dejé la leche en el fuego -
- Volvé, cobarde.... -

(Continuará)