El profesor John Cabezaprivilegiada entra con más rigidez
que de costumbre en el salón de actos de rincondejucar. El salón está vacio
pero eso no le preocupa al emérito que sube al estrado, se pone delante del
atril, saca sus folios de su carpeta de piel de cocodrilo y habla a la
concurrencia que no ha concurrido. Queridos amigos: ¿No os ha sucedido nunca de
levantaros en plena noche acuciados por un deseo que no es un vasito de agua
fresca ni un desahogo connatural a nuestros físicos?. A Slictik le sucede
levantarse en plena noche acuciado por un deseo que no puede reprimir, sus
dedos están inquietos y acarician el aire. Se acerca a su cubículo, enciende la
luz y se pone a acariciar el lomo de algún libro en concreto como si de un bebé
pelonchín se tratara. Cada libro tiene un trozo de su vida. Cada libro va unido
a un recuerdo emocional. Los comics del Jabato y el Capitan Trueno tienen mucho
que ver con su infancia en un pueblecito donde solía jugar en su tiempo libre a
las canicas, al escondite, a los aros que recorrían el pueblo como una
procesión. Cuando no había amiguitos para jugar porque estaban castigados se
sentaba en la acera a la sombra y jugaba a las chapas o leía el Capitan Trueno.
Sus fantasías hubieran dado para una novela. Eran tiempos felices.
Acaricia con amor el lomo deshilachado de un Quijote de
bolsillo de colección Austral. Recuerda que lo estuvo leyendo la última semana
antes de los exámenes en sexto de bachillerato. El autor que ahora recuerda
estudiaba todo el año, día a día, hora a hora, y pensaba que la última semana
del curso era para descansar, no como otros a los que miraba conmiserativamente
como a pobres diablos nocturnos que estudiaban en los retretes del colegio o
con linternas debajo de las sábanas. Siempre le había dado resultado tomarse
los exámenes finales con calma pero aquel año no. Suspendió Arte. ¡Con lo que a
él le gustaba el arte!. Los pintores del renacimiento, Velazquez, la escultura
griega. Aquel año le suspendieron arte y tuvo que pasarse el verano estudiando.
Pero sacó algo positivo. Durante la última semana de curso le dio tiempo a
leerse el Quijote entero y verdadero. Confiesa que el castellano antiguo era un
latazo y ciertos episodios se hacían largos y pesados, pero las aventuras de
aquellos maravillosos personajes le marcaron para siempre.
Con veintiséis años su padre agonizaba en un hospital de
cáncer. Nada más salir del trabajo comía y se iba a verle. Estaba tan sedado
que apenas era consciente de nada a su alrededor. Por eso el autor llevaba un
libro para leer y no pensar en la muerte que aleteaba en el aire. Recuerda con
mucho cariño los libros de Lobsang Rampa, El Ermitaño, Historia de Rampa. En
ellos se hablaba del cuerpo astral y de la otra vida más allá de la muerte, de
los monasterios tibetanos y de las aventuras de aquellos maravillosos seres
dedicados a la meditación. Fue un gran consuelo en aquellos momentos y cambió
su vida para siempre porque a partir de entonces leyó sobre budismo y sobre
toda clase de filosofías orientales. Se abrió un mundo nuevo ante sus ojos.
Acaricia los
libros de Henry Miller en colección Alfaguara, comprados en Madrid,
concretamente en una tienda del barrio de Argüelles, allá por el año 1978
cuando la matanza de Atocha más o menos. Habían estado prohibidos durante el
franquismo. A Henry Miller se le llamaba pornógrafo y era un demonio calvo con
gafas. Recuerda los meses apasionantes que pasó leyendo Trópico de Cáncer, de
Capricornio, la Crucifixión Rosada. Sí, tenían escenas de sexo muy explícitas,
pero lo que al autor le llamó la atención fue la forma de narrar en primera
persona, uno estaba allí y vivía la escena. Le encantaba también sus
disquisiciones filosóficas y sus citas de filosofías orientales que conocía al
dedillo. Fueron hermosos meses de placer estético y aprendizaje literario.
El profesor
termina su discurso. Baja del estrado y pone en cada asiento un folio escrito a
máquina donde se lee. Los libros de mi vida. Es increíble pero el profesor les
está poniendo deberes a los colegas del rincón. Nadie se lo creería si
estuviera presente. Antes de marcharse, muy tieso, se vuelve y dice: ¡Ale
muchachos!, hacer los deberes y hacerlos bien sino me enfadaré mucho.
slictik 25/05/2003 11:13
Un tema a debate
Un tema a debate/
Por el profesor John Cabezaprivilegiada/ El escritor novel y su
entorno/Queridos amigos: ¿Cómo os ven en vuestro entorno? ¿Saben que sois
escritores y poetas o lo ocultáis por miedo a la hoguera? ¿Vuestra familia os
rechaza como a los cómicos de antes que llevaban el pecado sobre sus espaldas
encogidas? Slictik me ha encargado que os diga que él se siente verdaderamente
un hereje en su entorno. Lo que más llama la atención del hereje Slictik son
dos cosas: una, que su famosa libretita está escandalizando a la buena sociedad
que le rodea, el otro día sin ir más lejos se encontraba en un parque
escribiendo todo ensimismado cuando oyó unos comentarios de un grupo de jóvenes
que pasaban a su lado. No eran canallescos ni excesivamente molestos pero sí
muy sugerentes. Uno les decía a los demás: ¡Veis "ese" (Slictik nunca
llegará a ser Don Slictik) del banco, le veo en todas partes escribiendo, es un
tipo raro, ¿sobre qué puede escribir?. Una pregunta muy lógica porque Slictik
no es un conocido novelista ni sale en la tv ni es contertulio en programas de
radio. ¿Entonces qué narices hace escribiendo en un parque? Otra cosa que
llama mucho la atención es su despiste. Hasta tal punto esto ha llegado a ser
de dominio público que algunos han llegado a pensar que está sordo porque no se
entera de lo que le están diciendo. Alzan la voz como si estuvieran hablando
con una tapia y Slictik entonces despierta de su ensueño y les calma: "que
no estoy sordo". En familia por ejemplo le tienen que tocar en el hombro
para despertarle. "Que te estaba diciendo...". Princesita Sara a
veces se enfada con él. "Es que nunca me escuchas". Ciertamente
Slictik se pasa el día en las nubes. Pero no es para tanto. Oye lo que le dicen
pero le cuesta responder porque en ese momento el profesor Cabezaprivilegiada
le está susurrando al oído: ¡Qué te parece una disertación académica sobre el
humor o la depuración de la agresividad? Asiento y entonces va mi señora y me
da un codazo. Que si has hecho ya la declaración de Hacienda. ¿Qué...qué me
decías? Ella se sulfura. No me quieres, no nos quieres, no te preocupas de la
cruda realidad y soy yo quien siempre tiene que dar la cara. Y es que amigos
nadie es un genio para su ayuda de cámara y mucho menos para la esposa que sabe
perfectamente que no te has cambiado de calzoncillos en dos días y que en
verano eso es imperdonable.
¿Os sucede a vosotros lo mismo u ocultáis temerosos
vuestra condición escribiendo a escondidas, cuando nadie os ve, por la noche
cuando todos roncan? ¿Qué os parecería si por alguna curiosa revolución
mediática un día el representante de "Endimiol" o como se diga
apareciera por el rincóndejucar y nos contratara a todos para un programa como
"Operación Triunfo del escritor novel" o "El gran primo de mi
cuñada", o "El hotel de los lios de los famosos", o un programa
nuevo titulado "Tres en uno".
Bien, bien, esto se pone bueno. Por ejemplo se contrata
una profesora, Doña Endecasílaba, para que nos enseñe a todos a escribir
versos. ¿Qué sucedería? Que las damas poéticas de este rincón la darían una
patada en el trasero sin ningún respeto y se pondrían ellas de profesoras. Nos
atarían a nosotros a la pata de los pupitres y nos harían escribir heptasílabos
y alejandrinos por un tubo. Me imagino a los espectadores en sus sofases
comentando "vaya ripio le ha salido a Slictik", queda nominado para
la patada en el trasero de esta semana.
Y llega la noche del espectáculo. Llegan las damas y nos
bailan un cancán de versos amorosos. Nada un diez y contrato en Planeta para
media docena de antologías del verso amoroso con una tirada mínima de diez
millones de ejemplares. Como adelanto un par de millones de euros por sonrisa.
Llegan los caballeros y el espectáculo se pone patético. No versifican ni a la
de tres. Entonces Lebon-Slictik montan una parodia y los espectadores en sus
sofases comienzan a comerse las uñas. Suben a jucar el más serio de la clase y
le hacen cosquillas para que se ria. Como no lo consiguen llaman a David que les
cuenta aquello de las vacas y los diferentes sistemas políticos y la cosa se
anima. Aquí se produce un acto insólito de solidaridad en estos concursos.
Todos forman una piña y se niegan a que nadie sea expulsado. Ya tenemos noticia
de primera plana en los medios.
En la casa del "Gran primo de mi cuñada" se
produce un follón de calibre. Todos los telespectadores se levantan de sus
asientos. Esto promete. Slictik se niega a fregar los cacharros y las damas le
montan un "espòlin" (como decía mi papá) de mucho cuidado. Llegan sus
congéneres y le defienden ante las damas que les llaman machistas y ponen el
grito en el cielo y se ponen histéricas y los machistas salen pitando al
exterior donde se caen de cabeza a la piscina y están a punto de ahogarse
cuando las damas salen corriendo como amorosas gacelas y les arrojan flotadores
a la cabeza. Consiguen rescatarles a todos y cuando ellos están como sopas
arrodillados ante las damas dando las gracias por su amoroso corazón ellas
responden: "¿Quién fregaría los cacharros esta noche?"
En el "Hotel de los lios famosos" los
telespectadores se aburren y empiezan a llamar a "Endimiol". Resulta
que lo de antes era más divertido. Fulanito como quien no quiere la cosa
alargaba la mano hasta el trasero de menganita y se producía una escena de
choque, una situación de morbo que hacía saltar de pasión a los espectadores en
sus asientos. Luego menganita al pasar se restregaba como quien no quiere la
cosa con fulanito. Y ya tenemos el follón "montao". Delante de las
cámaras unos se acusan a otros y nadie admite sus pecados. Finalmente llevados
por un presentador de primera clase hacia una confesión esperada por todo el
mundo fulanito confiesa sin rubor que alargó la mano hacia el trasero de
menganita porque le pone y le pone y no tiene porqué ocultarlo. Y menganita
confiesa que se restriega porque es connatural a la naturaleza humana y no
tiene porqué avergonzarse ni ante los espectadores ni ante el presentador ni
ante el papá ni ante la madre de todos ellos.
Eso sucedía antes. ¿Qué sucede ahora?. Que se comenta por
los pasillos que si Proust es tan pesado como parece o lo es aún más. Que si
Joyce odiaba a su Dublín natal o tuvo que exilarse como un emigrante en busca
del pan cotidiano. Que si...Esto es muy aburrido. Endimiol toma cartas en el
asunto y manda a Pocholo para que se meta con las damas y a los caballeros les
lanza a Yola Berrocal con sus airbag delanteros en ristre y estos salen huyendo
mesándose los cabellos y pidiendo socorro. Y la casa se transforma en un
pandemonium. Y los espectadores en sus asientos botan y rebotan sin jornada de
reflexión previa. Al final el concurso "Tres en uno" se convierte en
algo insólito. Todos son ganadores y a los miembros del rincondejucar se les
edita lo que quieran y cuando quieran. Se transforman en ídolos mediáticos y no
pueden salir a la calle sin que una docena de fans les pidan una dedicatoria
amorosa en la solapa del libro. Tienen que contratar guardaespaldas para que
les libren del acoso de sus fans que a Slictik concretamente el otro día le
arrebataron a mordiscos su camisa y el pobre estuvo enseñando su barriga en
público durante largos minutos hasta que un amable caballero le cedió la suya
que le quedaba estrecha y así y con la ayuda de sus guardaespaldas pudo llegar
hasta su limusina. Sus ventas son fantásticas, número uno en los libros más
vendidos en todas las listas. Sus ingresos son de tal entidad que Hacienda ha
montado una gran oficina expresamente para cobrar sus impuestos.
Y aquí se pone una mordaza en la boca al profesor John
Cabezaprivilegiada. Si ustedes desean participar en estos concursos pónganse en
contacto con Endimiol. Si desean dar su amable opinión sobre el entorno del
escritor novel pueden hacerlo a lo largo de la semana. Luego el profesor hará
una recapitulación que procuraremos sea lo más breve posible o no quedará papel
de escribir en este rincón. Un abrazo y reflexionen...reflexionen...
Re: Un tema a
debate
Entra Slictik corriendo a todo correr. Manipula en la
espalda del emérito y da cuerda al mecanismo oculto. Inclina la cabeza ante la
distinguida concurrencia. Ustedes disculpen. Y vuelve a salir a todo correr. El
profesor mira y remira los papeles. Se ha perdido. Ah, sí, como decíamos hace
unos minutos... Anastasia siente pasión, es una escritora apasionada y emérita
aunque ella califique de vicio su pasión. Se sumerge en el subconsciente y se
pierde en él. Este es el truco simple y genial del gran escritor que éste no
revelará nunca a nadie. Anastasia lo ha revelado porque es muy generosa. El
hecho de que a su alrededor la gente sea amable con su pasión de escribir dice
mucho y bien de su entorno. El que sus alumnos estén fascinados con ella dice
mucho de ella y de sus alumnos. Este desprestigiado oficio (ahora se prestigia
el mediatismo) llena sus días y sus noches. Lo que dice mucho de la calidad de
sus pensamientos.
Afara no levanta el brazo sino que lanza un simpático
beso al tieso profesor, lo que dice mucho de su simpatía y calidez humana. El
profesor se pone un poco colorado y tose y retose. El hecho de que afara no
recuerde cuándo comenzó a escribir la sitúa en el grupo de los escritores desde
la cuna que mordían la caperuza del bic en lugar del chupete. Cuando la musa no
la visita se siente deprimida, vacía y patética, lo que dice mucho de su
calidad espiritual porque a la mayoría de la gente "normal" no la
visita nunca la musa y no se deprimen, son tan felices. Vuelven las musas y la
conquistan, lo que no sabe ella es que son las musas las conquistadas. Humildad
de escritora desde la cuna. Las musas de verdad son aquellas que tocan el
corazón con su varita mágica, las que transforman a afara en Angela Carrasco y
a Angela en Angel y a todos nosotros en serafines y querubines y al mundo en un
paraíso. ¡Lástima que las musas de verdad solo puedan quedarse un segundo entre
nosotros!.
El profesor levanta la cabeza del folio porque oye como
un llanto contenido. Es gaviota recordando a su padre. Todos se emocionan y
hasta el profesor tiene un nudo en la garganta. Lee unos versos que ella dice
bobos pero que ponen la piel de gallina. Slictik se alegra de que a gaviota la
llamen sorda y es que le consuela eso del mal de algunos consuelo de pocos.
Todos se limpian las lágrimas a hurtadillas. En ese momento llega Slictik
corriendo a todo correr y para el mecanismo del profesor. Princesita Sara
requiere urgentemente su atención. Todos salen del salón de actos comentando lo
estirado que es el profesor y lo interesante que sería ponerle un día la
zancadilla a ver si sigue estirado en el suelo. El salón queda vacío. Slictik
cierra la puerta y sale corriendo. Hasta otra.