miércoles, 31 de octubre de 2018

TALLERES X




El profesor John Cabezaprivilegiada entra con más rigidez que de costumbre en el salón de actos de rincondejucar. El salón está vacio pero eso no le preocupa al emérito que sube al estrado, se pone delante del atril, saca sus folios de su carpeta de piel de cocodrilo y habla a la concurrencia que no ha concurrido. Queridos amigos: ¿No os ha sucedido nunca de levantaros en plena noche acuciados por un deseo que no es un vasito de agua fresca ni un desahogo connatural a nuestros físicos?. A Slictik le sucede levantarse en plena noche acuciado por un deseo que no puede reprimir, sus dedos están inquietos y acarician el aire. Se acerca a su cubículo, enciende la luz y se pone a acariciar el lomo de algún libro en concreto como si de un bebé pelonchín se tratara. Cada libro tiene un trozo de su vida. Cada libro va unido a un recuerdo emocional. Los comics del Jabato y el Capitan Trueno tienen mucho que ver con su infancia en un pueblecito donde solía jugar en su tiempo libre a las canicas, al escondite, a los aros que recorrían el pueblo como una procesión. Cuando no había amiguitos para jugar porque estaban castigados se sentaba en la acera a la sombra y jugaba a las chapas o leía el Capitan Trueno. Sus fantasías hubieran dado para una novela. Eran tiempos felices.

Acaricia con amor el lomo deshilachado de un Quijote de bolsillo de colección Austral. Recuerda que lo estuvo leyendo la última semana antes de los exámenes en sexto de bachillerato. El autor que ahora recuerda estudiaba todo el año, día a día, hora a hora, y pensaba que la última semana del curso era para descansar, no como otros a los que miraba conmiserativamente como a pobres diablos nocturnos que estudiaban en los retretes del colegio o con linternas debajo de las sábanas. Siempre le había dado resultado tomarse los exámenes finales con calma pero aquel año no. Suspendió Arte. ¡Con lo que a él le gustaba el arte!. Los pintores del renacimiento, Velazquez, la escultura griega. Aquel año le suspendieron arte y tuvo que pasarse el verano estudiando. Pero sacó algo positivo. Durante la última semana de curso le dio tiempo a leerse el Quijote entero y verdadero. Confiesa que el castellano antiguo era un latazo y ciertos episodios se hacían largos y pesados, pero las aventuras de aquellos maravillosos personajes le marcaron para siempre.

Con veintiséis años su padre agonizaba en un hospital de cáncer. Nada más salir del trabajo comía y se iba a verle. Estaba tan sedado que apenas era consciente de nada a su alrededor. Por eso el autor llevaba un libro para leer y no pensar en la muerte que aleteaba en el aire. Recuerda con mucho cariño los libros de Lobsang Rampa, El Ermitaño, Historia de Rampa. En ellos se hablaba del cuerpo astral y de la otra vida más allá de la muerte, de los monasterios tibetanos y de las aventuras de aquellos maravillosos seres dedicados a la meditación. Fue un gran consuelo en aquellos momentos y cambió su vida para siempre porque a partir de entonces leyó sobre budismo y sobre toda clase de filosofías orientales. Se abrió un mundo nuevo ante sus ojos.

 Acaricia los libros de Henry Miller en colección Alfaguara, comprados en Madrid, concretamente en una tienda del barrio de Argüelles, allá por el año 1978 cuando la matanza de Atocha más o menos. Habían estado prohibidos durante el franquismo. A Henry Miller se le llamaba pornógrafo y era un demonio calvo con gafas. Recuerda los meses apasionantes que pasó leyendo Trópico de Cáncer, de Capricornio, la Crucifixión Rosada. Sí, tenían escenas de sexo muy explícitas, pero lo que al autor le llamó la atención fue la forma de narrar en primera persona, uno estaba allí y vivía la escena. Le encantaba también sus disquisiciones filosóficas y sus citas de filosofías orientales que conocía al dedillo. Fueron hermosos meses de placer estético y aprendizaje literario.

 El profesor termina su discurso. Baja del estrado y pone en cada asiento un folio escrito a máquina donde se lee. Los libros de mi vida. Es increíble pero el profesor les está poniendo deberes a los colegas del rincón. Nadie se lo creería si estuviera presente. Antes de marcharse, muy tieso, se vuelve y dice: ¡Ale muchachos!, hacer los deberes y hacerlos bien sino me enfadaré mucho.

slictik        25/05/2003 11:13  





  Un tema a debate    
 
 Un tema a debate/ Por el profesor John Cabezaprivilegiada/ El escritor novel y su entorno/Queridos amigos: ¿Cómo os ven en vuestro entorno? ¿Saben que sois escritores y poetas o lo ocultáis por miedo a la hoguera? ¿Vuestra familia os rechaza como a los cómicos de antes que llevaban el pecado sobre sus espaldas encogidas? Slictik me ha encargado que os diga que él se siente verdaderamente un hereje en su entorno. Lo que más llama la atención del hereje Slictik son dos cosas: una, que su famosa libretita está escandalizando a la buena sociedad que le rodea, el otro día sin ir más lejos se encontraba en un parque escribiendo todo ensimismado cuando oyó unos comentarios de un grupo de jóvenes que pasaban a su lado. No eran canallescos ni excesivamente molestos pero sí muy sugerentes. Uno les decía a los demás: ¡Veis "ese" (Slictik nunca llegará a ser Don Slictik) del banco, le veo en todas partes escribiendo, es un tipo raro, ¿sobre qué puede escribir?. Una pregunta muy lógica porque Slictik no es un conocido novelista ni sale en la tv ni es contertulio en programas de radio. ¿Entonces qué narices hace escribiendo en un parque?  Otra cosa que llama mucho la atención es su despiste. Hasta tal punto esto ha llegado a ser de dominio público que algunos han llegado a pensar que está sordo porque no se entera de lo que le están diciendo. Alzan la voz como si estuvieran hablando con una tapia y Slictik entonces despierta de su ensueño y les calma: "que no estoy sordo". En familia por ejemplo le tienen que tocar en el hombro para despertarle. "Que te estaba diciendo...". Princesita Sara a veces se enfada con él. "Es que nunca me escuchas". Ciertamente Slictik se pasa el día en las nubes. Pero no es para tanto. Oye lo que le dicen pero le cuesta responder porque en ese momento el profesor Cabezaprivilegiada le está susurrando al oído: ¡Qué te parece una disertación académica sobre el humor o la depuración de la agresividad?  Asiento y entonces va mi señora y me da un codazo. Que si has hecho ya la declaración de Hacienda. ¿Qué...qué me decías? Ella se sulfura. No me quieres, no nos quieres, no te preocupas de la cruda realidad y soy yo quien siempre tiene que dar la cara. Y es que amigos nadie es un genio para su ayuda de cámara y mucho menos para la esposa que sabe perfectamente que no te has cambiado de calzoncillos en dos días y que en verano eso es imperdonable.

¿Os sucede a vosotros lo mismo u ocultáis temerosos vuestra condición escribiendo a escondidas, cuando nadie os ve, por la noche cuando todos roncan? ¿Qué os parecería si por alguna curiosa revolución mediática un día el representante de "Endimiol" o como se diga apareciera por el rincóndejucar y nos contratara a todos para un programa como "Operación Triunfo del escritor novel" o "El gran primo de mi cuñada", o "El hotel de los lios de los famosos", o un programa nuevo titulado "Tres en uno".

Bien, bien, esto se pone bueno. Por ejemplo se contrata una profesora, Doña Endecasílaba, para que nos enseñe a todos a escribir versos. ¿Qué sucedería? Que las damas poéticas de este rincón la darían una patada en el trasero sin ningún respeto y se pondrían ellas de profesoras. Nos atarían a nosotros a la pata de los pupitres y nos harían escribir heptasílabos y alejandrinos por un tubo. Me imagino a los espectadores en sus sofases comentando "vaya ripio le ha salido a Slictik", queda nominado para la patada en el trasero de esta semana.

Y llega la noche del espectáculo. Llegan las damas y nos bailan un cancán de versos amorosos. Nada un diez y contrato en Planeta para media docena de antologías del verso amoroso con una tirada mínima de diez millones de ejemplares. Como adelanto un par de millones de euros por sonrisa. Llegan los caballeros y el espectáculo se pone patético. No versifican ni a la de tres. Entonces Lebon-Slictik montan una parodia y los espectadores en sus sofases comienzan a comerse las uñas. Suben a jucar el más serio de la clase y le hacen cosquillas para que se ria. Como no lo consiguen llaman a David que les cuenta aquello de las vacas y los diferentes sistemas políticos y la cosa se anima. Aquí se produce un acto insólito de solidaridad en estos concursos. Todos forman una piña y se niegan a que nadie sea expulsado. Ya tenemos noticia de primera plana en los medios.

En la casa del "Gran primo de mi cuñada" se produce un follón de calibre. Todos los telespectadores se levantan de sus asientos. Esto promete. Slictik se niega a fregar los cacharros y las damas le montan un "espòlin" (como decía mi papá) de mucho cuidado. Llegan sus congéneres y le defienden ante las damas que les llaman machistas y ponen el grito en el cielo y se ponen histéricas y los machistas salen pitando al exterior donde se caen de cabeza a la piscina y están a punto de ahogarse cuando las damas salen corriendo como amorosas gacelas y les arrojan flotadores a la cabeza. Consiguen rescatarles a todos y cuando ellos están como sopas arrodillados ante las damas dando las gracias por su amoroso corazón ellas responden: "¿Quién fregaría los cacharros esta noche?"

En el "Hotel de los lios famosos" los telespectadores se aburren y empiezan a llamar a "Endimiol". Resulta que lo de antes era más divertido. Fulanito como quien no quiere la cosa alargaba la mano hasta el trasero de menganita y se producía una escena de choque, una situación de morbo que hacía saltar de pasión a los espectadores en sus asientos. Luego menganita al pasar se restregaba como quien no quiere la cosa con fulanito. Y ya tenemos el follón "montao". Delante de las cámaras unos se acusan a otros y nadie admite sus pecados. Finalmente llevados por un presentador de primera clase hacia una confesión esperada por todo el mundo fulanito confiesa sin rubor que alargó la mano hacia el trasero de menganita porque le pone y le pone y no tiene porqué ocultarlo. Y menganita confiesa que se restriega porque es connatural a la naturaleza humana y no tiene porqué avergonzarse ni ante los espectadores ni ante el presentador ni ante el papá ni ante la madre de todos ellos.
Eso sucedía antes. ¿Qué sucede ahora?. Que se comenta por los pasillos que si Proust es tan pesado como parece o lo es aún más. Que si Joyce odiaba a su Dublín natal o tuvo que exilarse como un emigrante en busca del pan cotidiano. Que si...Esto es muy aburrido. Endimiol toma cartas en el asunto y manda a Pocholo para que se meta con las damas y a los caballeros les lanza a Yola Berrocal con sus airbag delanteros en ristre y estos salen huyendo mesándose los cabellos y pidiendo socorro. Y la casa se transforma en un pandemonium. Y los espectadores en sus asientos botan y rebotan sin jornada de reflexión previa. Al final el concurso "Tres en uno" se convierte en algo insólito. Todos son ganadores y a los miembros del rincondejucar se les edita lo que quieran y cuando quieran. Se transforman en ídolos mediáticos y no pueden salir a la calle sin que una docena de fans les pidan una dedicatoria amorosa en la solapa del libro. Tienen que contratar guardaespaldas para que les libren del acoso de sus fans que a Slictik concretamente el otro día le arrebataron a mordiscos su camisa y el pobre estuvo enseñando su barriga en público durante largos minutos hasta que un amable caballero le cedió la suya que le quedaba estrecha y así y con la ayuda de sus guardaespaldas pudo llegar hasta su limusina. Sus ventas son fantásticas, número uno en los libros más vendidos en todas las listas. Sus ingresos son de tal entidad que Hacienda ha montado una gran oficina expresamente para cobrar sus impuestos.

Y aquí se pone una mordaza en la boca al profesor John Cabezaprivilegiada. Si ustedes desean participar en estos concursos pónganse en contacto con Endimiol. Si desean dar su amable opinión sobre el entorno del escritor novel pueden hacerlo a lo largo de la semana. Luego el profesor hará una recapitulación que procuraremos sea lo más breve posible o no quedará papel de escribir en este rincón. Un abrazo y reflexionen...reflexionen... 


 


 Re: Un tema a debate

Entra Slictik corriendo a todo correr. Manipula en la espalda del emérito y da cuerda al mecanismo oculto. Inclina la cabeza ante la distinguida concurrencia. Ustedes disculpen. Y vuelve a salir a todo correr. El profesor mira y remira los papeles. Se ha perdido. Ah, sí, como decíamos hace unos minutos... Anastasia siente pasión, es una escritora apasionada y emérita aunque ella califique de vicio su pasión. Se sumerge en el subconsciente y se pierde en él. Este es el truco simple y genial del gran escritor que éste no revelará nunca a nadie. Anastasia lo ha revelado porque es muy generosa. El hecho de que a su alrededor la gente sea amable con su pasión de escribir dice mucho y bien de su entorno. El que sus alumnos estén fascinados con ella dice mucho de ella y de sus alumnos. Este desprestigiado oficio (ahora se prestigia el mediatismo) llena sus días y sus noches. Lo que dice mucho de la calidad de sus pensamientos.

Afara no levanta el brazo sino que lanza un simpático beso al tieso profesor, lo que dice mucho de su simpatía y calidez humana. El profesor se pone un poco colorado y tose y retose. El hecho de que afara no recuerde cuándo comenzó a escribir la sitúa en el grupo de los escritores desde la cuna que mordían la caperuza del bic en lugar del chupete. Cuando la musa no la visita se siente deprimida, vacía y patética, lo que dice mucho de su calidad espiritual porque a la mayoría de la gente "normal" no la visita nunca la musa y no se deprimen, son tan felices. Vuelven las musas y la conquistan, lo que no sabe ella es que son las musas las conquistadas. Humildad de escritora desde la cuna. Las musas de verdad son aquellas que tocan el corazón con su varita mágica, las que transforman a afara en Angela Carrasco y a Angela en Angel y a todos nosotros en serafines y querubines y al mundo en un paraíso. ¡Lástima que las musas de verdad solo puedan quedarse un segundo entre nosotros!.
El profesor levanta la cabeza del folio porque oye como un llanto contenido. Es gaviota recordando a su padre. Todos se emocionan y hasta el profesor tiene un nudo en la garganta. Lee unos versos que ella dice bobos pero que ponen la piel de gallina. Slictik se alegra de que a gaviota la llamen sorda y es que le consuela eso del mal de algunos consuelo de pocos. Todos se limpian las lágrimas a hurtadillas. En ese momento llega Slictik corriendo a todo correr y para el mecanismo del profesor. Princesita Sara requiere urgentemente su atención. Todos salen del salón de actos comentando lo estirado que es el profesor y lo interesante que sería ponerle un día la zancadilla a ver si sigue estirado en el suelo. El salón queda vacío. Slictik cierra la puerta y sale corriendo. Hasta otra.

lunes, 22 de octubre de 2018

TALLERES IX







                   UN PROFESOR A DOMICILIO

  Por primera vez en su larga vida profesional el egregio profesor John Cabezaprivilegiada realiza una visita a un domicilio particular, concretamente al dulce hogar de Slictik con el fin de examinar un relato de un retoño.

Lo hace de mil amores previa amenaza de ser destruido por parte de Slictik que le ha conminado violentamente (que te piso la cabeza) para realizar una crítica literaria fría y objetiva como en él es habitual. Así pues encuentra el portal abierto, algo casi milagroso en el edificio,y se cuela al interior. En el vestíbulo se encuentra con una vecina que le mira muy mal, de arriba abajo como si quisiera echarle mal de ojo. El aspecto del profesor es un tanto extravagante, sirva ello como justificación de la conducta grosera de la vecina. Viste una levita al estilo Red Butller en lo que el viento se llevó, solo que a él le cae mucho peor dada su delgadez extrema y la forma tan rígida de caminar que parece se fuera a quebrar en cualquier momento. Porta sobre la cabeza un sombrero butleriano (como los que llevaba el orejón de Clarke Gable).
En lugar de coger el ascensor trepa por las escaleras saludando a los numerosos vecinos que como buenos cotillas se han enterado instantáneamente de la visita de tan egregio personaje. Se levanta el sombrero con la delicadeza de un aristócrata y las vecinas chillan y se muerden las uñas ante semejante caballerosidad. Llama al timbre del piso de Slictik, 2ºE por más señas, y le abre la puerta la señora de Slictik llamada Karen Latic quien por un omento cree se trata de Juan Pardo disfrazado y se desmaya. El profesor la coge al vuelo y le arrea dos bofetadas muy suaves y cariñosas que la vuelven en sí.

Explica que su marido se encuentra en la montaña y su hija, la princesita, también pero en otro lugar. El profesor lamenta que Slictik le haya enviado pero debe cumplir su misión o lamentará no haberlo hecho. Ruega a Karen Latic, que se mira en el espejo del pasillo por ver si ha engordado dos gramos, que le muestre el cuarto de su retoño. Ella abre la primera puerta a la izquierda nada más entrar y seguidamente se lleva los dedos a la nariz.

-Huele horrible, usted disculpe, profesor.

El profesor saca del bolsillo de la levita un pañuelo perfumado y se lo lleva a la napia. Inspira fuertemente y da un paso hacia el interior. Al fondo, junto a la ventana se encuentra el retoño. Un jovencito larguirucho casi esquelético, melena estropajosa, rostro lleno de pecas, patillas y perillas a lo Ivan el Terrible y una expresión de perrito dispuesto a morder. Ha sido interrumpida su atención de un video-juego en el que un personaje no deja de hacer grup...grup.... a pesar de haber sido pausado. No se levanta para saludar al profesor, falta de educación disculpable en estos jovenzuelos, tan gamberretes ellos.

El profesor explica el motivo de su visita y ruega al jovenzuelo le haga con una copia de su trabajo que examina detenidamente. Este le alarga unos folios impresos y continúa con su juego donde el personaje no deja de hacer grup...grup... karen Latic ruega al profesor que disculpe a su retoño y aguarde unos segundos mientras le trae una silla donde sentarse. Vuelve con una  de la cocina, limpiada a conciencia, pintada y barnizada y luego secada con el secador. La sitúa junto a la pared procurando no toque en ella y sienta al profesor de un empujoncito. Tiene prisa, ha sido pillada en plena limpieza hogareña.

El profesor ni corto ni perezoso comienza a leer. "Era una fría noche de invierno". Y hielo le rechina. Jovenzuelo, ¿no sabe usted que debe utilizarse la "e", nieve y hielo? Como las vocales forman combinaciones ripiosas es mejor que cambie la frase. "Cubierto por una fina capa de hielo oculta por la nieve caída". Nada impide que un viento sea al mismo tiempo suave y helado. Podría decirse "suave y helado viento".

La pregunta es cómo pueden verse las hojas en un suelo cubierto por una capa de hielo y de nieve. ¿Acaban de caerse? Otra vez "pequeñas pero veloces". Las nubes pueden ser pequeñas y veloces a la vez, sobra el pero. Pequeñas y veloces.

El profesor tose y retose como es su costumbre. Finalmente dice:

-Jovenzuelo. Tiene fallos de principiante "pero" aquí sí es pertinente el pero su estilo es mejor de lo que pensaba y su forma de narrar tiene suspense, fluidez, un encanto que hace augurar una mejor carrera que la de Slictik. La primera escena está muy bien rematada, tiene interés y los hechos violentos están muy bien descritos. El paso a la segunda escena es suave y está bien engarzada. El flashback del pasado anima en lugar de entorpecer la narración.

El profesor continúa leyendo. La narración es fluida y amena y el estilo impecable para un jovenzuelo que no ha escrito mucho. Los personajes y la acción están muy bien trazados. Las descripciones son sobrias y ajustadas a la narración. Cabezaprivilegiada acaba la lectura con un suspiro. Tose y retose antes de dar un dictamen.

-Confieso que no me esperaba esto de usted, jovenzuelo. Slictik a su edad no escribía tan bien. Lo sé porque he leído algo de lo que escribió a sus jovenzuelos años y usted le supera, amiguito. Estoy tentado de suponer un plagio pero no creo que usted se atreva a tanto. Si me permite un consejo utilice el humor, cree personajes que derrochen humor, bufones que aligeran la narración y la hacen más digerible. En eso Slictik es un maestro aunque su forma de narrar deja mucho que desear. Y no se lo diga ni se le ocurra comentárselo porque me cortaría el gaznate.

El jovenzuelo que ha dejado de jugar durante la explicación se levanta y estrecha la mano del profesor que acaricia su cabecita de chorlito en un gesto cariñoso muy poco común en la rigidez de sus ademanes. Aparece karen Latic que acaba de apagar el susto, es decir el aspirador y despide al profesor halagándole.

-¡Usted sí que es elegante, profesor y pulcro. Debería decirle a Slictik que le copia. Por cierto que no se olvide de buscar un hotel en el Bierzo y que se eche al pilón antes de volver a casa y que....

El profesor inclina la cabeza y sale pitando. Con esta mujer si uno se descuida no hace otra cosa que oír consejos y sermones.

    Fin

sábado, 13 de octubre de 2018

BIBLIOTECA DEL BLOG II

el misterio de la cripta embrujada-eduardo mendoza-9788432217012

EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADA

 (EN PAPEL)

EDUARDO MENDOZA 

, 2006
"En aquella época me entretenía leer novelas policíacas. Acababa de leer una de Ross McDonald cuyo nombre no recuerdo, y tuve el capricho de seguir sus pasos a mi manera, más como un homenaje que como parodia. Así empecé y acabé, casi de un tirón, en el plazo de una semana, "El misterio de la cripta embrujada". Nunca más he vuelto a escribir con tanta despreocupación ni con tanto placer ni con tanto aprovechamiento de las horas." Eduardo Mendoza.

Las enigmáticas desapariciones de niñas del colegio d elas madres Lazaristas de San Gervasio son el punto de inicio de la aventura indagatoria que tiene como protagonista a un cliente del manicomio, quien, obligado a convertirse en investigador, se verá envuelto en toda clase de percances de los que logrará salir llevando a cabo su cometido y descubriendo una intrincada farse de gente pudiente.

Aparentemente nivelada y lisa, la escritura de Mendoza constituye un espléndido ejemplo de investigación literaria personal, ajena a todo mimetismo, que ahonda en las posibilidades de volver del revés, sin infringirlas a primera vista, las posibilidades del relato tradicional, e indagar así, como un buen detective, o como un personaje de Henry James en el dibujo que se nos muestra al dorso del tapiz de la trama. Una farsa burlesca y una sátira moral y social que tiene sus raíces últimas en la picaresca y en el modelo cervantino.
  • Nº de páginas: 208 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: SEIX BARRAL
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788432217012

memorias de un amante sarnoso-groucho marx-9788483101407

MEMORIAS DE UN AMANTE SARNOSO

 (EN PAPEL) 

GROUCHO MARX 

, 2000


Nadie más impertinente ni mordaz para hablar del amor que Groucho, «amante sarnoso», como él mismo se califica, no sólo por su obsesión por las mujeres, sino sobre todo por su desfachatez. No contento con relatarnos algunas de sus aventuras galantes —condenadas invariablemente al fracaso—, Groucho se lanza a una hilarante historia universal del amor, o mejor dicho del sexo, «esa gloriosa experiencia que la madre naturaleza improvisó con el fin de mantenernos en pie y, de vez en cuando, acostados». Aunque estas memorias no revelen ningún gran escándalo erótico (por desgracia pues, como él dice, le habría asegurado las ventas) ni recetas infalibles para la conquista, sí proporcionan al lector a cada página incontables ocasiones de reirse. Ya trate de la vida de la farándula, de las fiestas de postín, o de algunas cuestiones capitales de la visión «marxista» de la vida, nada escapa a su verborreica causticidad.
    • Nº de páginas: 224 págs.
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Editorial: TUSQUETS EDITORES
    • Lengua: CASTELLANO
    • ISBN: 9788483101407

    groucho & chico abogados: flywheel, shyster y flywheel. el serial radiofonico perdido de los hermanos marx-groucho marx-9788483106396

    GROUCHO & CHICO ABOGADOS: FLYWHEEL, SHYSTER Y FLYWHEEL. EL SERIAL RADIOFONICO PERDIDO DE LOS HERMANOS MARX

     (EN PAPEL) 

    GROUCHO MARX 

    , 1999

    Poco podían imaginar los Hermanos Marx, en aquellos tiempos en que los programas de radio en los Estados Unidos no habían todavía alcanzado su apogeo y, por lo tanto, no eran grabados en cintas, que alguien se había tomado la molestia de transcribir estos sketches radiofónicos. Todo el mundo entonces los dio por perdidos y cayeron naturalmente en el olvido. Pero Michael Barson, licenciado en cultura popular y doctor en cultura norteamericana por la Bowling Green State University de Ohio, dio un día en los archivos de la babélica Library of Congress de Nueva York con las transcripciones de los textos originales que hoy nos presenta en este volumen en el que incluye también un prefacio sobre la situación de la radio en la época, una conversación con uno de los co-guionistas de la serie, un texto de Groucho sobre la radio escrito en 1934 y 20 fotografías de aquel períodoBarson es además colaborador habitual en varias revistas y tiene en preparación un libro que recoge posters de películas «cutres»: Lost, Lonely and Vicious.



    • Nº de páginas: 408 págs.
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Editorial: TUSQUETS EDITORES
    • Lengua: CASTELLANO
    • ISBN: 9788483106396








    cuatro corazones con freno y marcha atras (2ª ed.)-enrique jardiel poncela-9788431681890



    CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRAS (2ª ED.)

     (EN PAPEL) 

    ENRIQUE JARDIEL PONCELA 

    , 2014


    • Nº de páginas: 176 págs.
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Editorial: VICENS-VIVES
    • Lengua: CASTELLANO
    • ISBN: 978

    • amor se escribe sin hache-enrique jardiel poncela-9788470303975

    • Prólogo de Rafael Conte. En esta obra el autor se inspiró en los procedimintos narrativos de su maestro Ramón Gómez de la Serna, haciendose más fáciles para lectores, aunque cuidando más la accesibilidad de argumentopersonajes , como buen dramaturgo que era. 

    • 8
    • Nº de páginas: 320 págs.
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Editorial: BIBLIOTECA NUEVA
    • Lengua: CASTELLANO
    • ISBN: 9

    • https://www.casadellibro.com/libro-amor-se-escribe-sin-hache/9788470303975/552645788470303975
    • 431681890

    jueves, 4 de octubre de 2018

    TALLERES VIII





    Necesito un narrador objetivo, el profesor no quiere describir los métodos de trabajo de Slictik, se volvería loco a las primeras de cambio. Pienso en un narrador malévolo, en un enemigo, que podría darle ese toque divertido que necesita una vida tan caótica como la de Slictik.

    Antes de salir para el trabajo con el miedo en el cuerpo Slictik se acerca al rinconcito de una estantería, coge el paquete de tabaco, las gafas de sol para evitar mirar con claridad nada que le suceda en el trabajo y una libretita tamaño bolsillo con tres bolígrafos por si falla uno. En el trabajo de calle siempre hay momentos de tensa espera mientras uno aguarda para darle un susto a su querido prójimo. Entonces Slictik saca su última libretita, dedicada esta vez al circo de Slictik y se pone a escribir sin el menor pudor. La gente pasa a su lado y le mira como al bicho más raro de la ciudad y no se equivocan porque lo es.

    Ayer esbozó el primer episodio de Ladino, el terrorista psicológico. En un momento determinado se le ocurrió cómo salir del bloqueo. Lo que fallaba era el narrador. Acaba de encontrarlo recordando los dibujos de la pantera rosa. El narrador será el inspector Clausot de Scotland Yard y tendrá como ayudante para perseguir al terrible terrorista a la inspectora más atractiva del mundo, Lady Jane, más conocida por su apodo de la pantera rosa. Escribe entusiasmado se olvida de todo. Es una idea genial, la musa es complaciente con Slictik. De repente suena un relojito dentro de su cráneo. Ha llegado la hora de asustar al prójimo. Se dirige al portal correspondiente y como un Drácula moderno se presenta a la próxima víctima que acaba de abrir la puerta creyendo que es Avon quien llama a su puerta.

    En el trabajo a Slictik se le ocurren las ideas más peregrinas para evadirse de su dura realidad draculina. Son tan estrambóticas que nunca cree que funcionen a la primera pero luego llega a casa y tras comer y fregar los platos se tumba en el sofá del salon y la mente se va de paseo. Le despiertan sus infames ronquidos, entonces, justo al despertar todas las piezas del mecanismo encajan. Con Ladino llevaba un par de meses que ni "palante ni patrás", pero hay que dejar que el subconsciente se ponga en contacto con otros subconscientes a través de túneles de gusano en el espacio invisible. De esta manera y sin que ellos se enteren le puede robar a Vlado el dimante, a Jucar ese pensamiento que anda buscando creyéndole perdido, a Ana-Cecilia ese corto que falta en su almacén, a Hechi esa metáfora divina que vino y se fue sin saber cómo. A Afara esa vibración sutil del corazón, a Gaviota esa visión desde arriba de una ola perdida, a Madpoet una página de su diccionario que lleva buscando varios meses y no sabe donde la ha metido, a Ximena le roba la musa un instante diciendo que es un préstamo y luego ella se siente bloqueada, a Sally le ha robado su asignatura pendiente pero ha sido una suerte porque se encontró con un aprobado inesperado... Y así hasta el infinito, el subconsciente colectivo es una gozada. Y que me perdonen el resto de rinconistas pero bastante me estoy explayando. Otro dia confesaré qué les robo a los demás.
    Escribir es una enfermedad contagiosa. Princesita Sara estuvo esbozando este verano el cuento del gato Periquito que tenía a medias con su papá. En su libretita apunta que el gato Periquito, el detective más avezado del bosque intenta encontrar el mapa robado por... Aquí se queda pensativa y mira a su papá a quien se le ocurre la llegada de un pingüino al bosque. Princesita se troncha, ¿cómo puede haber pingüinos en el bosque?. La imaginación trabaja, mientras princesita y su papá elucubran en el bosque otro retoño elucubra sobre elfos oscuros y trollocs o como se diga y luego le pasa un relato que el profesor Cabezaprivilegiada critica severamente.

    Mientras tanto la mamá se queja amargamente y a voz en grito de que todos están en Babia y ella trabajando como una esclava. Un día a Slictik se le ocurre echar una mano y se pone a planchar la ropa. Con las toallas y las sábanas va bien la cosa pero en un momento determinado aparece una prenda íntima de su señora y ocurre la desgracia. La plancha quema y agujerea. ¿Y ahora qué? Otra vez el grito en el cielo, en esta casa todos están en Babia y la esclava a hacerlo todo. Slictik se refugia en su pervertida fantasía e imagina la hagiografía de un santo de ciencia-ficción. San Pito Pato en el siglo XXIII de nuestra amarga era realizó portentos inenarrables que solo se atreve a hacerlo un aguerrido narrador, el erudito Don Democrito. Otro personaje del circo de Slictik y van... ¿dos docenas?

    Esta familia está seducida por la musa, solo se necesita que la esclava del señor entre en el juego. Slictik consigue que escriba artículos para la revista del hospital pero no logra hacerla entrar en Babia, ¿quién hace la comida, quién plancha, quién hace la compra? La esclava del señor. Slictik se arranca un pelo y piensa que la condición femenina es muy dura. Mañana hará la comida y pasará el aspirador. Mientras lo hace le pide al profesor que invente un robot que permita a todas las familias vivir en Babia.
    El profesor se lo piensa y contesta que no está dispuesto a asumir las consecuencias. Si todo el mundo está en Babia el mundo moderno se desploma, nadie ve la televisión y sin televisión la economía occidental entra en barrena. Dejemos que la realidad nos invada un poco de vez en cuando.

    Los métodos de Slictik son puro caos. Estar en Babia todo el día rellenando libretas donde y cuando puede. Luego no encuentra todas las partes de un relato que pueden estar en cuatro o cinco libretas según la inspiración. Mañana pondré orden en mi vida dice Slictik y mañana repite lo mismo y sigue en Babia y las libretas y cuadernos se casan y tienen familia. Slictik es como un niño que no quiere crecer porque cuando crece viene el jefe y le pone contra las cuerdas. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.