jueves, 28 de marzo de 2019

TRABAJANDO PERSONAJES DE IKEBANA




Querida amiga. Excelente trabajo de esbozo de personajes. Lo que me propones me parece de perlas. Antes de iniciar un análisis de personajes me gustaría sugerirte algunos detalles para que puedan encajar mejor en la historia del hotel. Por ejemplo, teniendo en cuenta que Priscila aparece en su habitación donde comienza a escribir las cartas a Olegario, podríamos buscar antecedentes. Aparece en el hotel y antes de que nos demos cuenta de su presencia ha observado el trasiego de personajes, de ahí que comience la correspondencia con Brunelli, sino no tendría sentido. Se ha encerrado en su habitación porque teme que aparezca su marido, Ramiro, con el que ha tenido una fuerte discusión. Aparece del bracete de Aníbal, un buen amigo gay al que ha conocido por razones que puedes esbozar según tu propio criterio. Aníbal se entera de la historia de Priscila y la sugiere se busque un buen hotel para pasar unos días hasta que las aguas vuelvan a su cauce.

        Aníbal ha llegado de polizón y con lo puesto. En Priscila encuentra a quien puede pagarle la cuenta de un buen hotel y una encantadora amiga con la que charlar largo y tendido de todo lo que le apetezca. Así aparecen en el hotel. Se registran juntos, si bien cada uno ocupa una habitación distinta aunque colindante. El botones que es un pillín deduce que se trata de una pareja de amantes aunque los modales de Aníbal le dan qué pensar, aunque de momento no quiere ser mal pensado. El conserje esparce rumores por el hotel de que se trata de una pareja adúltera que ha venido al hotel para hacer su nidito de amor.

       Priscila se encuentra con el congreso de humoristas y decide participar a su manera. Además de los objetivos altruistas que la impulsan, piensa que un poco de ajetreo le hará olvidar su bronca con Ramiro. Este aparecerá en el hotel buscando a su Priscila, con quien es muy protector (este rasgo está muy bien y se le puede sacar mucho partido). Al enterarse de los rumores de que Priscila le ha puesto los cuernos su reacción es desmesurada, como buen colérico, pero en cuanto ve a su presunto amante, Aníbal, se echa a reír y se le pasan todos los males, porque es evidente que Aníbal es Gay.

       Ramiro decide participar en el congreso, por seguir la corriente a Priscila pero una vez puesto a ello se da cuenta de que podría dejar muy alto el humor venezolano y al mismo tiempo quedar muy bien ante Priscila, a quien podría hacer olvidar su enfado y conseguir una segunda luna de miel en el hotel. Una posibilidad fantástica que le da alas a la hora de montar su show en el congreso. No es humorista profesional, sino un espontáneo y ahí es precisamente donde reside la gracia de su intervención.

      En cuanto al análisis de cada personaje en particular decirte que calificar a Priscila de histérica es un gran acierto. También lo es que según Freud el histerismo femenino nace de problemas o desarreglos sexuales. Estos problemas son ocultados cuidadosamente por Priscila que siente vergüenza de hablar de ellos. También siente miedo de que Ramiro se entere de lo que piensa de sus dotes de amante y monte en "santa cólera).  Esto nos da muchas posibilidades. Priscila, inconscientemente, intenta vengarse de la sobreprotección de Ramiro. De ahí provienen sus desfases en el tiempo, sus conductas extrañas y sus dengues y cambios de opinión. Esto nos llevaría a una profundización psicológica cercana al dramatismo que puede ser aprovechado también en alguna ocasión.

     En cuanto a Ramiro aún nos queda mucho por esbozar. Tu puedes darle el toque que más te interese y buscar en sus escenas humorísticas un humor muy nativo, muy venezolano, eso sería fantástico.  Incluso el político tendría su interés si bien suele crear polémica porque unos son de un bando y otros de otro. Pero en la ficción no hay bandos, solo autores y personajes.

     En cuanto Anibal creo que puede dar mucho de sí. Se me ocurren un montón de posibilidades pero dejo en tu mano cómo explotarlas. El humor con homosexuales o gays es complicado porque fácilmente se le va a uno la mano. No obstante creo que no deberíamos convertirlo en "una loca" en expresión de argot, sino un gay muy normalito, eso sí que a veces se pasa y le entran ramalazos de "loca".  Es un fotógrafo excepcional y busca una salida. Piensa que Priscila puede dársela y baila un poco el agua con la señora. Si lo convertimos en andaluz se le puede dar una gracia y un humor muy de esa zona. Yo podría ayudarte con expresiones y gestos muy típicos de lo andaluz.  Cuando llega Ramiro, Anibal siente pánico e intenta escabullirse, pero Priscila le echa un cable y Ramiro lo acepta porque no ve en él un enemigo, si bien a veces sus expresiones y conductas para con él pueden ser muy hirientes.

         Para ayudarnos podrías subir una especie de retrato en la sección de personajes. Las características psicológicas y físicas más llamativas de los personajes y sus objetivos más evidentes. De esta forma podríamos consultar estos retratos para empaparnos de la psicología del personaje en las escenas coreográficas con otros personajes.


        De momento nada más. Dime qué te parece mi visión del tema y cómo te gustaría empezar a trabajar. Antes de terminar decirte que puedes abrir un foro, si quieres, para la cita en el salón chinoise con Brunelli. En esa escena Olegario entrega a Priscila su carta enmarcada en plata y se produce un diálogo en el que los dos personajes se sinceran. Priscila cuenta de sus problemas y Olegario le habla de la dificultad que tiene para tratar con las mujeres.  Olegario invita a Priscila al congreso y la anima a participar. Ya veremos cómo rematamos la escena. Un abrazo.

miércoles, 20 de marzo de 2019

JEFE DE CAMARAROS



Cuarentón, alto, buen mozo (en el hotel no se admiten agresiones al buen gusto entre los empleados, salvo excepciones), siempre que puede trabaja duramente el músculo en un gimnasio. Miope, no lleva gafas por estéticas y no puede llevar lentillas porque le dan alergia.

Amante del cine, sobre todo del clásico. Está enamorado de las grandes bellezas de la historia del cine, desde Lillian Gish, por ejemplo, pasando por Greta Garbo, Ava Gadner y las modernas, Jodie Foster, Michelle Feifer, etc En su cuartucho del sótano, cerca de las cocinas, entre olores a comidas, va destilando sueños de sus meninges al tiempo que las alimenta con videos y dvdes.

Se pasa el día y no digamos las noches, soñando con delirantes seducciones de estrellas de cine, para lo que se traslada en el tiempo con la facilidad que da una mente delirante. Tiene fama de despistado y le toman mucho el pelo con su afición a la seducción de estrellas. En alguna ocasión le han puesto una escoba, convenientemente vestida, a distancia prudencial y le han hecho creer que se trataba de una de sus estrellas cinematográficas.

Ha llegado al cargo de jefe de camareros porque no siempre vivió en la inopia. Hubo un tiempo en que su dedicación al trabajo, su facilidad congénita para pasar desapercibido cuando así lo requieren las circunstancias ( la mejor habilidad de un camarero) y su contenida amabilidad, le propiciaban sustanciosas propinas. Era considerado un modelo entre los camareros del mundo entero (entonces controlaba su manía de soñar despierto) hasta que los sueños se apoderaron de su mente y de su corazón.

Se cuentan infinitas anécdotas sobre su constantes intentos de seducción clientes del bello sexo. Curiosamente no se ha recibido ni una sola queja al respecto en la dirección ya que las damas gustan de reírse a su costa y alentar sus adorables confusiones. Nada más agradable para una bajita que la confundan con Julia Roberts, por ejemplo.

Se lleva mal con el maitre, quien intenta deshacerse de él a toda costa, pero gracias al botones, con el que hace muy buenas migas, y a la influencia de este último, sobrino de uno de los mayores accionistas del hotel, nuestro amigo Sr. Olmos siempre sale bien librado.

martes, 12 de marzo de 2019

DON IRRE








Irreverente se llama Ildefonso Paredes, pero gusta de que lo llamen así. Los amigos (si realmente los tiene todavía) le llaman Irre. Hombre cuyos años mozos se han extraviado irremediablemente en el tiempo, descubre un día que ha perdido esa etapa de la vida sin reparar en ello y decide solucionarlo. Se aboca, entonces, a la noble tarea de perseguir mujeres con fines inequívocamente románticos, para lo cual cuenta – según su parecer – con el hándicap que le dan los años vividos. “ El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo, pero yo sé por diablo y por viejo” reflexiona para sí parafraseando al viejo Vizcacha. Hombre de apariencia común, se las ingenia, o cree ingeniarse para estar siempre al corriente de la moda. Luce bronceado tanto en verano como en invierno, a fuerza de lámparas en este último caso, pero su talón de Aquiles (aunque jamás admita reconocerlo) es su nariz, calvario que ha sobrellevado toda su vida. Pues la misma, no solo quiebra la armonía de su rostro sino que lo atormenta con una picazón y un goteo permanente, que debe disimular a fuerza de grandes sacrificios. Su fuerte, (así lo piensa) radica en su avasalladora personalidad, y juzga que existen muy pocas personas (del sexo débil, se entiende), exentas de sucumbir ante ella, en especial cuando despliega sus muchos encantos “ Yo los músculos los tengo aquí, alardea frente a sus amigos, señalando a veces hacia su sien y otras hacia su lengua” cuando consiente en explicarles los secretos que lo hacen un hombre fascinante.

Pero el buen Irre ignora que las aludidas no comparten su opinión y le huyen más que a la misma peste. Tales contratiempos son, a su parecer, producto del infortunado azar, ante el cual no existe remedio alguno. Dichas circunstancias, sin embargo, no hacen mella en su ánimo, pues cuanto mayores sean las dificultades – razona - que conlleva el logro de un fin, tanto mayor habrá de ser el placer que se obtenga al lograrlo.

Irre piensa ser un humorista porque las personas ríen a su alrededor, pero ignora que no son sus chistes o despliegues de ingenio, bastante gastados y standard, los que provocan aquella suerte de hilaridad general, sino los ingentes esfuerzos que le demanda sobrellevar la imagen de un Juan Tenorio del siglo XXI.

Es natural, entonces, que al enterarse de la realización de un Congreso de humoristas, haya decidido concurrir pues nada sería de dicho evento si no cuenta con la presencia del “más grande de todos ellos”.


De: Slictik2

Enviado: 28/03/2004 13:59





Amigo Marcelo. El retrato no puede ser mejor y mayores las posibilidades de este conquistador y humorista que nos va a hacer pasar muy buenos ratos.

Creo que encajará a la perfección en el congreso de humoristas y se llevará muy bien con Brunelli a quien gusta hablar de mujeres siempre que puede y le dejan.

Creo que debería participar más en el encontronazo del hall. Ya lo iremos viendo sobre la marcha. Por otro lado te sugeriría si tienes tiempo y ganas que te pusieras a trabajar en el personaje del director de cine. Un secundario de lujo que ve la escena desde una cabina telefónica y se dice que allí hay buen material para su próxima película. Creo que deberíamos ir adelantando con los secundarios que van a tener mucho papel en el relato. Por otro lado me gustaría que tomaras a tu cargo algún pesonaje de los humoristas que participarán en el congreso. Puedes parodiar a algún humorista argentino que conozcas bien o utilizar alguno del cine clásico. Un abrazo.





















Advertencia: Microsoft no se hace responsable del contenido de este grupo. Haz clic aquí para obtener más información.


Establecer MSN como mi página principal





domingo, 3 de marzo de 2019

ALOIXIUS ALPEDRETE, MAITRE





Es un hombre cincuentón, muy bajo y esmirriado. No es demasiado considerado por su familia(vive con su madre y una hermana, es soltero), quizá porque es soltero, quizá porque esperaban más de él. Pero él se siente protagonista de cada hecho, e inclusive de cada personaje que pasa por el hotel. Siente que tiene autoridad, y que puede controlar situaciones difíciles. Sabe desempeñarse, conoce idiomas, sus superiores están muy conformes con él.

Sin embargo, el conserje, tiene oculto el dolor de no sentirse apreciado por su familia, y sueña con el amor, que la inseguridad o las circunstancias le han negado.

ALOIXIUS ALPEDRETE, MAITRE DE HOTEL

Estaba considerado como uno de los mejores maitres del mundo y esta fama no nació precisamente de cotilleos en la prensa rosa, sino de largas y estiradas estancias en los mejores restaurantes, hoteles y mansiones de la realeza y de la riqueza.

Cuando el hotel "Joie de vivre" hizo un casting para fichar maitre, Aloixius se presentó, buscando un cambio de aires, de perfumes, de emabiente, de menús, de paisaje, pero sobre todo de gentes. Estaba harto del estiramiento que se predicaba en las grandes cortes y necesitaba una excusa para desmelenarse. Se enteró de que en dicho hotel iba a primar más la alegría de vivir que la etiqueta para vivir "comme il faut", y se presentó al casting dos horas antes de que abrieran las puertas del gran salón azul del hotel.

Conforme iban llegan sus colegas y le veían allí sentado en la sala de espera, tan estirado que daba gusto verle, se lo pensaban dos veces, ni una más y decidían marcharse por considerarse incapaces de competir con la fama y el buen hacer de Alpedrete. De esta manera la plaza le fue adjudicada por unanimidad.

Aloixius es un hombre alto, canoso, hierático, siempre vestido de manera apropiada a las circunstancias, sean éstas las que sean. Soltero por incapacidad para seducir a las mujeres, se dedicó a seducir a los potentados de este mundo con su servilismo y buenas maneras. Para ello aprendió todo lo necesario sobre vinos y licores, alimentos y su preparación, etiqueta y psicología humana, muy necesaria para un buen maitre.

No es así como se ve él, pero así es como le percibe el narrador, que sabe bastante más al respecto. Aguanta todos los insultos y malas maneras mientras procedan de gente con dinero y poder, pero si éstos tienen la desgracia de caer en la bancarrota o ser desposeido del cargo, sufrirán una severa venganza, si se les ocurre solicitar los servicios de Alpedrete.

A los currantes o "viva la virgen", como Olegario Brunelli, les trata con desapego, siempre balanceándose entre sus congénitas buenas maneras y su desprecio de dios olímpico.

Aloxius gusta de disfrazarse de persona normal para congeniar con todo el mundo al menos una vez. Entonces es capaz de comer y beber en los peores lugares y disfrutar con las maneras más groseras. Es un vicio que oculta celosamente y quien lo descubra lo tendrá en sus manos ya que podría chantajearle el resto de su vida.