ARCHIVOS DEL VIEJO
HOTEL IX
EL PERSONAL
De los archivos del
viejo hotel deduzco que el personal del hotel de los disparates era de lo más
variopinto y desde luego jamás habría sido contratado en ningún otro hotel del
mundo, ni siquiera de media estrella tirando a meteorito árido. No es
comprensible que puedan existir empleados de esta guisa y jaez, ni siquiera
personas, seres humanos, la única explicación que se me ocurre es que su
director el Sr. Pestolazzi era ya de por sí un personaje tan raro, tan insólito,
una tal “rara avis” que no es de extrañar que atrajera al resto de aves
tropicales y hasta antárticas de todo el mundo que no habían encontrado acomodo
en parte alguna.
Vamos a ir uno por uno
haciendo una pequeña semblanza e intentando explicar, didácticamente, cuáles
eran sus cometidos en el organigrama del hotel y las diferentes funciones que
cada quisque desempeñó en este disparatado hotel, que nunca fueron las mismas,
ni a veces se sabe muy bien por qué uno aparece donde no debiera y otros que
debieran aparecer no aparecen, ni aquí ni allá.
CLARA ALEGRÍA
Personaje de Ximena que tal vez esbozara yo, moderador del
taller, en los primeros momentos de su puesta en marcha. Necesitábamos personal
y de forma urgente, porque si venían los huéspedes no era cuestión de que se
atendieran los unos a los otros. Este personaje era el más alegre de todos los
personajes y además tenía un encanto que sobrenadaba a su belleza de camarerita
de comedia de hotel de Hollywood. Estos son los archivos que se conservan.
Esta
queda a consideración del dios Ra, ya que es el que la había creado, para
quedar atrapada en el ascensor, y yo me apunté para hacerla.Clara Alegría(tal
es su nombre), es una muchacha muy bonita, como corresponde al personal del
hotel. Tiene un cuerpo llamativo, y lo sabe. Por tanto, el uniforme siempre le
va demasiado ceñido y las faldas son tan mínimas, que cada dos por tres, es
llamada al orden por sus superiores. Le entregan nuevo uniforme, apetecible
pero discreto, y ellaa lo usa un tiempo, para suavizar la situación, pero en
cuanto lo da por olvidado, vuelve al uniforme anterior. Y si le exigen que
entregue el uniforme mínimo, mete tijera y aguja en el nuevo.
Es
muy eficiente, tiene encanto, y como de vez en cuando clientes importantes
manifiestan la predilección de ser atendidos por ella, el jefe deja pasar.
Sueña con enamorar a algún hombre rico, y en el hotel hay muchos de ellos, pero
hasta ahora, los amores que ha despertado, han sido puramente hormonales, y no
han terminado ni en civil ni en iglesia,como ella quiere, sólo entre las
sábanas de algún señor entusiasta que luego se va como ha llegado. Pero ella es
desenfadada y alegre, no se desanima en su intento ni pierde las esperanzas.
Gran
hallazgo el nombre de esta camarerita que dará muchos días de gloria al hotel
"Joie de vivre". Creo que el personaje es perfecto para dar un poco
de juventud y alegría a este grupito de carcamales que son los humoristas del
congreso. El esbozo me parece perfecto y ya tiene adjudicado un papel: servir a
escondidas copas a los humoristas (lo tienen prohibido por lo que la camarerita
lo tendrá difícil). Ya veremos como funciona pero creo que el personaje va a
dar mucho juego.
EL DOCTOR
PHILIDOR
También escrito
Filidor o como se le quisiera llamar en cada escena, fue uno de mis primeros
personajes. Era el médico del hotel y muy aficionado al ajedrez. Por aquel
entonces el moderador andaba jugando partidas virtuales contra una máquina en
un programa recién adquirido y no es de extrañar que la defensa Philidor se le
quedara en la cabeza, razón por la que quiso que este personaje que no dio
demasiado juego se llamara así. Estos son los documentos que se conservan.
EL DOCTOR FILIDOR
Gran aficionado al ajedrez. Logró su plaza de
médico residente en el hotel Joie de vivre
-donde tiene una habitación permanente en el último piso, con vistas al
mar- gracias a la influencia de un amigo, gran maestro del ajedrez. Ambos
pisaron por primera vez el mejor hotel del Cosmos, en opinión de su director
Sr. Pestolazzi, con ocasión del campeonato del mundo de ajedrez, concedido por
primera vez a este pais, Terraluz, y el doctor Filidor decidió quedarse en él para
el resto de sus días.
Para ello pidió a su amigo, cuyo nombre no
vamos a dar, porque el nepotismo sigue estando mal visto a pesar de su lado
positivo, que intercediera ante su director Sr. Pestolazzi, con el fin de que
le fuera adjudicada, a dedo, la plaza vacante de médico residente, creada
expresamente por imposición de la
FAJEM (Federación de Ajedrez Mundial). Los gerifaltes de este
poderoso organismo deportivo temían, muy seriamente, que alguno, o los dos,
grandes maestros que disputaban el campeonato ese año, sufriera una peligrosa
lipotimia.
El
doctor Filidor viste como un petimetre, levita, polainas, sombrero hongo,
guantes de piel de cabritilla para cubrir sus manos que sujetan el puño de
marfil de su preciado bastón.A escondidas escribe un tratado filosófico.
Imitando al gran Aristóteles lleva años trabajando en su "Tractatus de
estética o supremacía de la estética sobre la ética". Curiosamente la
única belleza que menciona en su libro es la femenina, si bien hay un extenso
apartado dedicado a la estética ajedrecística o la suprema belleza del número;
como ladrillo primordial en la formación del universo y encrucijada de
posibilidades.
Siempre
que se le busca está missing, pero el botones suele estar al tanto de sus
andanzas, como de las de todo el personal y clientela del hotel. Acostumbra a
localizarlo en menos que termina de cantar un gallo. Le gusta tomarle el pelo y
preguntarle por sus avances en el tractatus de estética femenina (el doctor
Filidor tuvo la debilidad de comentárselo una vez "sotto voce").
Como
profesional de la medicina es un auténtico desastre, debido principalmente a la
dejadez con la que diagnostica a sus pacientes, excepción hecha de las bellas
damas a las que además de auscultar con detenimiento, acostumbra a convencer
para que se sometan a sus técnicas exóticas, tales como diagnóstico a través
del iris, estudio de humores hipocráticos, estudio del dedo gordo del pie, etc.
En
el caso de Filo y Matilde su sorpresa al conocerlas va pareja con su interés
por desentrañar el misterio de estas exóticas damas. Se siente un detective a
la busca de los recónditos misterios de la estética femenina.