TODOS SOMOS MILLONARIOS
Bien. Nunca hay
prisa para el humor aunque las risas de hoy son la alegría del mañana y un día
si sin risa es un día perdido y un día sin amor es la desesperación del alma
y... No hay que preocuparse, no hay prisas por hacerse millonarios. Es un largo
camino.
En cuanto a Potrilla Tracia tengo algunas
sugerencias. Como mi fantasía es muy delirante imagino que algunos talleristas
sentirán luego la tentación de cortarme las alas. Mis alas están a su
disposición, lo importante es empezar a crear un personaje, sea el que sea y
luego la risa irá por barrios.
Imagino que Potrilla Tracia es una
millonaria que ha hecho su fortuna en las carreras de caballos. Por eso la
llaman precisamente así, porque fue con una yegua llamada Potrilla Tracia con
la que hizo su amplia fortuna. Nadie sabe cómo pudo ganar todas las carreras,
sin fallar ni una. Algunos mal pensados dicen que estaba detrás la mafia, otros
que odiaba a los caballos machos, era muy feminista, y en cuanto los soltaban a
todos ella procuraba llegar la primera a la meta para perderles de vista. El
caso es que nuestra millonaria, cuyo auténtico nombre, dejo a su morboso
interés, se encuentra actualmente en Hawai donde tiene previsto fundar un club
de millonarios. Aquí la dejamos de momento a la espera de que aparezca Asmodeo,
el turista más feo, y trate de entrar en el club, engañando a su fundadora y a
todo el mundo haciéndose pasar por un millonario que nunca lleva dinero en el
bolsillo, ni tarjetas, ni nada de nada. Si encuentra un crédulo que le invite a
comer come, si otro que le invite a dormir duerme con la promesa de que su
mayordomo pagará más tarde. Si nadie le cree se cuelga un cartel al pecho y
clama que se acerca el juicio final porque nadie cree en nada. Así es Asmodeo y
como tal le tendremos que aceptar.
Se me ha ocurrido sobre la marcha que
como este año es el quinto centenario del Quijote podríamos hacerle un homenaje
parodiando alguno de sus capítulos más emblemáticos. No habría problemas con
los personajes puesto que podrían ser clónicos. El profesor Cabezaprivilegiada
viaja al pasado en su nave con efectos retroactivos y allí clona a D. Quijote,
Sancho, Dulcinea o lo que se tercie. Así podríamos iniciar la historia con
varios Quijotes y Sanchos o Dulcineas que se irían numerando. La parodia se
podría trasladar a los tiempos modernos haciendo que el profesor los trasladara
en su nave ahora con proyección hacia el futuro. Si alguien se apunta que lo diga y comienzo a
esbozar cómo podría funcionar un nuevo Quijote apócrifo. Y espero que Cervantes
no resucite de su tumba o me lo haría pasar muy mal.
Entiendo que para algunos esto tal vez
sea demasiado delirante. Si desean algo más de andar por casa pues hacemos un
humor más cotidiano, convirtiendo, por ejemplo, a los talleristas en una
familia con todos los numerosos componentes de la familia tradicional. Padres,
madres, hijos, primos, nietos, sobrinos, abuelos... Yo me pido de abuelo.
Situamos la familia donde nos plazca y comenzamos a contar su historia. La
familia podría llamarse Cebolleta o la familia Trapisonda, un grupito que es la
monda, según un comic de mi infancia. Ideas sobran, faltan talleristas con
ganas de reírse a mandíbula batiente.
Y para empezar la teoría, 1ª regla del
humor: Para un humorista nunca hay obstáculos, todos se saltan a la pata coja.