Gracias Hechi por
tu aportación que me parece muy interesante y que espero vayamos comentando
según se tercie en los momentos apropiados de la creación del personaje. Me
permito empezar para ver si os atrapa este divertido juego de la creación de
personajes.
Entre los personajes de mi circo de
Slictik tengo varios a los que solo he puesto el nombre. Ni siquiera están
esbozados. He escogido uno que me parece difícil y me va a dar quebraderos de
cabeza, para ejemplificar así las dificultades que se puede uno encontrar a la
hora de darle carne a un personaje.
Se trata del Sr. Buenavista, economista.
Y va a ser narrado provisionalmente por uno de sus alumnos en la facultad de
económicas donde imparte sus clases como catedrático este buen elemento.
El nacimiento del personaje, en este
caso, es posterior al tema. Se me ocurrió que debería tratar el tema de la
economía, uno de los más áridos que se me ocurren para ser vestidos con el
disfraz bufonesco del humor. Desde luego
es un gran reto porque no tengo idea de economía, y me atrevería a decir que ni falta que me hace;
en segundo lugar me parece uno de los asuntos más soporíferos para un
humorista; en tercer lugar no conozco a economista alguno susceptible de ser
manipulado facilmente hasta transformarle en personaje humorístico.
He elegido a propósito todas las
dificultades para que podamos ver sobre la marcha cómo un autor se da
coscorrones contra la pared buscando la puerta que le permita pasar al otro
lado.
Escoger como narrador a uno de sus alumnos
de facultad me permite solventar alguno de los principales problemas en la
creación de este personaje. El primero y el más duro de roer es el de evitarme
leer algún mamotreto sobre economía del que no sacaré nada, aparte de un buen
dolor de cabeza. Se supone que este alumno chocarrero y gamberrete va a
interpretar la economía a su gusto y gana. De esta forma me puedo permitir el
gran lujazo de convertir los grandes temas económicos en un divertimento entre
jóvenes aburridos que no tienen otra cosa mejor que hacer que reírse de su
profesor.
Una vez escogido el tema y el narrador
paso a dibujar el personaje.
Como contraste con la forma chabacana que
tiene el narrador de enfocar el tema económico, el personaje de Buenavista
tiene que ser "sesudo", retórico, serio hasta la tragedia, y más
sabio que la más vieja de las tortugas. Me parece un poco pronto para dibujar
su físico, puede que a lo largo de la narración necesite cambiar detalles, por
eso es mejor dejarlo para el momento apropiado. A pesar de ello, algo tengo
claro, y es que debe ir vestido como un "petimetre", debe ser muy
pagado de su persona y tener poco sentido del humor. No me interesa en lo más
mínimo que intente ligar con sus alumnas porque me estropearía el motivo
principal de este personaje que es reírme a mis anchas de la economía. Así pues
puedo hacerle mayor, también necesitaré que tenga años para que quepan en su
chepa todos los títulos que necesitamos para dar retórica al asunto. Podemos
hacerle más bien obeso o gordito porque alguna debilidad ha de tener, aparte de
la plomiza ciencia económica. Esto me permitirá que el narrador, uno de sus
alumnos más desvergonzados, se atreva a invitarle a comer en un buen
restaurante, con la sana idea de marcharse y dejarle que pague el la cuenta,
para que sepa lo que es economía a pie de calle.
Bien. Tenemos los elementos necesarios
para crear un personaje. El tema del relato al que deberá adaptarse éste.
Tenemos el narrador que no va a ser omnisciente ni nada que se lo parezca, sino
un delicioso gamberrete que pretende hacernos pasar un buen rato. Tenemos los
datos esenciales del personaje. Un gordito catedrático de economía de la
universidad de... ¿Casado o soltero?. Eso lo decidiremos más tarde. Tiene la
debilidad de la gastronomía y la pasión por la economía.
Podríamos seguir describiendo al personaje
porque no nos falta imaginación. Por ejemplo podemos hacer que haya sido
ministro de economía en el gobierno de... san-pito-pato o de quien proceda.
Podemos hacerle un economista de prestigio mundial que ha sido asesor de
multinacionales, etc, etc, etc. Pero eso sería adelantar acontecimientos. Es
mejor que el personaje se vaya creando sobre la marcha, según vamos contando su
historia.
Para comenzar el relato podemos situar al
personaje y al narrador. Supongamos que están en el fragor de la clase de
"economía globalizada" o algo por el estilo. El narrador está
aburrido y se pone a hablar con nosotros. Nos dice quién es, no mucho, para no
centrar la atención en su persona. Y seguidamente pasa a parodiar al Sr.
Buenavista que está muy serio explayándose sobre la economía del futuro, que
sin duda va a ser globalizada.
Y aquí los dejamos. Los talleristas que
quieran apuntarse a este divertido reto pueden crear el personaje a la vista de
todos o crear previamente un texto que analizaremos aquí. O pueden hacerlo de
la manera que le resulte más sencilla y cómoda. Absoluta libertad. Lo
interesante será analizar luego cómo hemos llegado a construir el personaje.