jueves, 14 de junio de 2018

TALLER DE PERSONAJES II





Gracias Hechi por tu aportación que me parece muy interesante y que espero vayamos comentando según se tercie en los momentos apropiados de la creación del personaje. Me permito empezar para ver si os atrapa este divertido juego de la creación de personajes.

     Entre los personajes de mi circo de Slictik tengo varios a los que solo he puesto el nombre. Ni siquiera están esbozados. He escogido uno que me parece difícil y me va a dar quebraderos de cabeza, para ejemplificar así las dificultades que se puede uno encontrar a la hora de darle carne a un personaje.

      Se trata del Sr. Buenavista, economista. Y va a ser narrado provisionalmente por uno de sus alumnos en la facultad de económicas donde imparte sus clases como catedrático este buen elemento.

       El nacimiento del personaje, en este caso, es posterior al tema. Se me ocurrió que debería tratar el tema de la economía, uno de los más áridos que se me ocurren para ser vestidos con el disfraz bufonesco del humor.  Desde luego es un gran reto porque no tengo idea de economía, y me  atrevería a decir que ni falta que me hace; en segundo lugar me parece uno de los asuntos más soporíferos para un humorista; en tercer lugar no conozco a economista alguno susceptible de ser manipulado facilmente hasta transformarle en personaje humorístico.

   He elegido a propósito todas las dificultades para que podamos ver sobre la marcha cómo un autor se da coscorrones contra la pared buscando la puerta que le permita pasar al otro lado.

     Escoger como narrador a uno de sus alumnos de facultad me permite solventar alguno de los principales problemas en la creación de este personaje. El primero y el más duro de roer es el de evitarme leer algún mamotreto sobre economía del que no sacaré nada, aparte de un buen dolor de cabeza. Se supone que este alumno chocarrero y gamberrete va a interpretar la economía a su gusto y gana. De esta forma me puedo permitir el gran lujazo de convertir los grandes temas económicos en un divertimento entre jóvenes aburridos que no tienen otra cosa mejor que hacer que reírse de su profesor.

     Una vez escogido el tema y el narrador paso a dibujar el personaje.

      Como contraste con la forma chabacana que tiene el narrador de enfocar el tema económico, el personaje de Buenavista tiene que ser "sesudo", retórico, serio hasta la tragedia, y más sabio que la más vieja de las tortugas. Me parece un poco pronto para dibujar su físico, puede que a lo largo de la narración necesite cambiar detalles, por eso es mejor dejarlo para el momento apropiado. A pesar de ello, algo tengo claro, y es que debe ir vestido como un "petimetre", debe ser muy pagado de su persona y tener poco sentido del humor. No me interesa en lo más mínimo que intente ligar con sus alumnas porque me estropearía el motivo principal de este personaje que es reírme a mis anchas de la economía. Así pues puedo hacerle mayor, también necesitaré que tenga años para que quepan en su chepa todos los títulos que necesitamos para dar retórica al asunto. Podemos hacerle más bien obeso o gordito porque alguna debilidad ha de tener, aparte de la plomiza ciencia económica. Esto me permitirá que el narrador, uno de sus alumnos más desvergonzados, se atreva a invitarle a comer en un buen restaurante, con la sana idea de marcharse y dejarle que pague el la cuenta, para que sepa lo que es economía a pie de calle.

       Bien. Tenemos los elementos necesarios para crear un personaje. El tema del relato al que deberá adaptarse éste. Tenemos el narrador que no va a ser omnisciente ni nada que se lo parezca, sino un delicioso gamberrete que pretende hacernos pasar un buen rato. Tenemos los datos esenciales del personaje. Un gordito catedrático de economía de la universidad de... ¿Casado o soltero?. Eso lo decidiremos más tarde. Tiene la debilidad de la gastronomía y la pasión por la economía.

    Podríamos seguir describiendo al personaje porque no nos falta imaginación. Por ejemplo podemos hacer que haya sido ministro de economía en el gobierno de... san-pito-pato o de quien proceda. Podemos hacerle un economista de prestigio mundial que ha sido asesor de multinacionales, etc, etc, etc. Pero eso sería adelantar acontecimientos. Es mejor que el personaje se vaya creando sobre la marcha, según vamos contando su historia.

      Para comenzar el relato podemos situar al personaje y al narrador. Supongamos que están en el fragor de la clase de "economía globalizada" o algo por el estilo. El narrador está aburrido y se pone a hablar con nosotros. Nos dice quién es, no mucho, para no centrar la atención en su persona. Y seguidamente pasa a parodiar al Sr. Buenavista que está muy serio explayándose sobre la economía del futuro, que sin duda va a ser globalizada.

    Y aquí los dejamos. Los talleristas que quieran apuntarse a este divertido reto pueden crear el personaje a la vista de todos o crear previamente un texto que analizaremos aquí. O pueden hacerlo de la manera que le resulte más sencilla y cómoda. Absoluta libertad. Lo interesante será analizar luego cómo hemos llegado a construir el personaje.