Tras la fiesta de fin de
año, que ya les narré, muy sobriamente (hay detalles que pondrían los pelos de
punta a un paparazzi) el rascacielos conocido como Torre de Babel, sito en
París-LaFrance, vuelve a su vida habitual, con mucho retraso (ha pasado un mes
desde la noche de fin de año) y con una gran necesidad de limpieza y de que una
mano firme tome el timón.
A falta de otra menos
peluda la mano férrea del doctor Sun agarra las riendas y no las suelta ni a
tiros. Como ya les he contado Slictik el millonario entregó un cuantioso cheque
de millonario a la comuna que sus personajes humorísticos, declarados en
rebeldía procesal, habían fundado con el fin de darse a conocer al mundo y de
llevar sus propias vidas al margen de las de su supuesto creador, ya que no
creen para nada que ellas hayan sido creadas en un momento del tiempo y
situadas en un espacio ficticio o virtual. Nosotros, los que nos consideramos
seres reales, tampoco creemos en nuestro creador ni en haber sido creados por
él. Como no lo vemos, decimos muy hipócritamente, no puede existir. Como el
creador nunca se manifestó a sus criaturas y sí utilizó a Slictik como
intermediario o ángel de la espada de fuego, ahora resulta que sus criaturas no
creen en él porque “nunca lo han visto”. ¡Si tendrán morro! ¡Yo que les di todo
lo que son y todo lo que serán!
Pero aceptemos lo
inevitable. La rebelión se ha producido. Han sido expulsados del paraíso, donde
campaban desnudos y sin vergüenza, por Slictik, -ángel-de-espada-de-fuego, y
ahora se han refugiado en
El doctor Sun encuentra
a Carl Future y le ordena proceda de inmediato a informatizar el edificio y a
dotarlo de un sistema de seguridad portentoso. A continuación se encierra en el
despacho del antiguo director de Brokers&Brokers, descuelga el teléfono y
solicita de las páginas amarillas francesas el número de una empresa de
seguridad. La telefonista, que está conchabada y recibe un estipendio por sugerir
siempre el número de la empresa de limpieza de Candelaria, la limpiadora aria,
le pone en contacto con este portento, fuera del tiempo presente, aunque no del
espacio (tiene su despacho o nido de víboras nazis en un piso de una de las
torres de Montparnase).
Muy amablemente atiende
Candelaria (que aún no sabe que es personaje humorístico y tiene derecho a
parte del cheque de Slictik el millonario) al doctor Sun y éste queda
encantado. La primera promete mandar inmediatamente una flota de desembarco de
limpiadoras, al mando de la cual irá ella en persona, y el segundo promete un sustancioso cheque en
cuanto pisen el hall de
Al ir a retirarse del
despacho para bajar a recibir a Candelaria, la limpiadora de raza aria, del
doctor Sun choca con Don Fóbico Pesadilla, que está saliendo en estos momentos
de un armario empotrado. Se disculpan ambos como si no pasara nada y cada uno
sigue su camino.
En un pasillo el doctor
Sun pisa a Olegario Brunelli, el humorista number one, que ronca sobre el suelo
a pierna suelta. Ni siquiera se despierta.
El doctor Sun sigue
pisando barrigas, cabezas, muslos y bajos vientres desnudos según va
descendiendo de piso en piso (no se atreve a tomar el ascensor porque Carl
Future le ha dicho que no son seguros). Conforme despierta les echa en cara su
libertinaje y desenfreno y les embrisca al padre Cañibano, que ha caído del
techo, como del cielo, en alguna parte de su recorrido. Les arenga para que se
pongan manos a la obra y todos, una vez quitadas las legañas con los dedos,
solicitan se les ponga su despachito oficial.
Estas son hasta el
momento las peticiones que ha recibido el doctor Sun, sin perjuicio de recibir
muchas, muchas más:
-Escuela espiritualista
de Milarepa y Krosnamurti, azote de Occidente.
-Despacho de
asesoramiento fiscal y económico y bursátil del Sr. Buenavista economista.
-Consultorio sexológico
de Johnny el gigoló, Anabél y resto de pupilas y pupilos, que una vez llamados
por estos nuevos millonarios para solazar sus días y sus noches, han decidido
que ellos también son personajes humorísticos y tienen derecho al cheque y al
correspondiente despachito oficial.
-Adalgisa se ha hecho
con el despacho de un bróker sin pedir permiso a nadie y allí ha instalado su
consultorio astrológico, pitonísico y de todas las mancias conocidas y por
conocer.
Y así ha quedado la
cosa… de momento. La flota de desembarco de Candelaria, la limpiadora de raza
aria, está a punto de tocar puerto. Ya les iré narrando el resto… ¿Qué quién
soy yo? Pues Lotario, el reportero más dicharachero del nuevo diario que se
pondrá en marcha en
Continuará.