miércoles, 6 de febrero de 2019

FILOMENA MARTURANO






Me llamo Filomena Marturano en mérito a la predilección de mi madre por ese personaje carismático que encarnara su cantante favorita de tangos...Poco a apoco fui ganándome el apelativo afectuoso con que me llamara la gente y quedé para todos: LA FILO.

Soy algo menuda; algunos dicen, que si no fuera por mi sonrisa no advertirían si vengo de frente o de espaldas. Traté de subsanar ese inconveniente con unos pañuelitos de seda. Uno rojo que simboliza mi fuego y otro azul : mis sueños. Los coloco celosamente en mis senos , además de hacer bultos, evitan roces obscenos ante cualquier acercamiento masculino (aunque no sé cómo se las ingenian... pero siempre me falta algún pañuelito)

Un día quise verme distinta y me saqué todos los dientes. Allí empezó mi nueva vida; mejor dicho mi tragedia... ya no podía comer milanesas , ni un buen trozo de asado. Me harté de papillas y de tragar sin masticar nada.. Cuando quería hablar me salían soplidos , cuando estornudaba la gente se quejaba de que los mojaba, cuando bostezaba me llenaba de aire , si reía o lloraba daba lo mismo, porque la boca mantenía siempre igual forma. Así que volví al dentista en busca de dientes nuevos. Allí empezó mi otra historia! Cuando mastico algo duro debo cuidar de despegarla del bocado y a veces es medio incómodo porque se adhiere con demasiada fuerza; más de una vez tuve que pedir ayuda. Y no siempre consigo voluntarios que se avengan a esa tarea. Si río debo cuidar de no abrir demasiado la boca. porque después es tedioso andar de cuclillas tratando de encontrarla. El día que me invitaron a un cumpleaños y había un hombre joven bailando sobre una tarima, después de quitarse la camisa, ofreció que alguien lo ayudara con el pantalón y como a mí me gusta ser solidaria, corrí a su encuentro para bajarle el cierre. Gritaban todos.. ¡Con los dientes.. con los dientes!.. y ahí quedó mi dentadura pegadita en el pantalón ante las risas de los demás y el desconcierto del buen hombre. Pero en ese momento advertí que me agradaba mucho ver a la gente feliz con las ocurrencias de La Filo y sus dientes..
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Soy algo torpe y despistada. Eso dicen cuando me ven vestida con mis tarajecitos entallados, mi casquito de terciopelo negro, con pluma y tul en la frente y mi bolsito de piel atigrado. Yo les pregunto por qué lo dicen...¿acaso estoy fuera de moda? Después de muchos plantones y de esperar mañanas enteras el tranvía que pasaba por mi esquina, decidí subir a uno de esos coches donde viajamos apretaditos como sardinas en latas. Y allí sí que se perciben olores y actitudes de las más variadas!! Nunca bajo donde debo y camino más que si no subiera. Alguna vez me pasó de descender en una parada y caminar y caminar hasta llegar de nuevo al lugar de donde había ascendido.
Me gusta bailar tango aunque mi pareja, un joven desgarbado pero con buenas dotes para los cortes y quebradas, me vaticina que ya no aprenderé más a girar sin pisarlo. Tanto protestaba que ahora todos lo llaman Quejas de bandoneón. Pero es paciente y dedicado , así que juntos, ¡ en una convención de baile! nos anotamos.







De: Slictik2

Enviado: 28/03/2004 12:48





Querida Hele: El personaje me parece genial y permite tratar muchas facetas del humor. Hay una vena lírica en el personaje que es enternecedora y muy aprovechable. Desde luego esa metáfora sobre su físico plano es maravillosa. Sino fuera por mi sonrisa no sabrían si voy de frente o de espaldas.
Su físico permite mucho juego. Los defectos físicos en el humor han sido muy explotados e inevitablemente seguirán siendo muy aprovechables. Recuerdo ahora el gordo y el flaco o el aprovechamiento que hace de su físico Woody Allen, sin ir más lejos. Creo que lo de los pañuelitos en los senos va a dar mucho juego, lo mismo que su dentadura. Se me ocurre que en momentos puntuales puede ser de gran efecto el que a Filo se le mueva o se le caiga la dentadura. De esa manera lo que va a decir será distorsionado por la falta de dientes y se pueden crear unos gags muy graciosos.

Su forma de ser, torpe, despistada, un tanto ingenua, permite esos gags tan buenos como los de la cremallera con los dientes. Hay muchas facetas del personaje que pueden dar un juego fantástico. Creo que su romanticismo, su lirismo, su desgarramiento de aficionada al tango, pueden servir de contrapunto a otros personajes, las contradicciones de carácter o de situaciones, unas serias y otras paródicas, hacen gran efecto en el humor. Me ha encantado el personaje y creo que en movimiento dará mucho más juego.

Sugerirte que si tienes tiempo y te apetece traces el esbozo del bailarín de tangos, ese secundario que promete. Puedes subirlo aquí. Creo que deberíamos ir pensando en esbozar personajes secundarios y en que alguno se apunte a esbozar a algún humorista en el congreso. Yo por mi parte aportaré mis personajes del circo de Slictik y alguna parodia de humoristas conocidos, como los hermanos Marx, por ejemplo.