lunes, 7 de diciembre de 2020

TALLERES XXXII





TEORÍA EN LA CREACIÓN DE PERSONAJES





Bien, ya veo que eres como un libro abierto. Eso es fantástico. Ahora el reto está en transformar a tu personaje haciéndole vivir episodios que el autor no viviría nunca en la vida real ni con su imaginación porque no van con su carácter o su filosofía de la vida. El reto de este taller consiste en crear personajes desde dentro. Es decir lo que se diría en el caso de los actores, vivir el personaje desde dentro, en su piel y no recreándolo desde fuera a través de gestos, en una reconstrucción fria y objetiva.



Si creamos el personaje partiendo de nosotros mismos, de nuestra personalidad y sentimientos, podemos estar seguros que tendrá mucha más entidad que si lo dibujamos como si fuera una marioneta que vamos a manejar a distancia. Si el personaje somos nosotros mismos cada cambio lo sentiremos con mayor intensidad e incluso con dolor. De esta manera nos conectaremos con nuestros personajes y el lector podrá apreciar que el autor sufre con ellos, se ríe con ellos y disfruta con ellos porque no son sus marionetas para entretener sino carne de su carne y sangre de su sangre, como auténticos hijos.



Esto supone un reto duro y complejo a veces pero os puedo garantizar que los personajes de esta manera tendrán una carne que no tienen los otros, los meramente dibujados.



Para la semana que viene la propuesta es darle un toque humorístico al personaje. Para ello tendrás que analizar sus cualidades y exagerarlas para reírte de ellas y buscar sus defectos para parodiarlos con desenvoltura. Esto y no otra cosa es el humor. Al mismo tiempo podrás ir avanzando la historia en clave humorística. Es decir una vez que el personaje es millonario tendrá que pensar en situar sus millones en algún banco, buscarse asesores fiscales o incluso un administrador. Estas situaciones deberán ser humorísticas para ello tienes que parodiar a tu personaje y al mismo tiempo esbozar personajes humorísticos, tales como el banquero, el asesor fiscal, etc. Este es el trabajo para la semana que viene. Para cualquier duda abro un nuevo apartado en la sección de Coordina con el título de dudas para que planteèis cualquier dificultad con el personaje.



SUN HIPNOTIZA A PAULINITA



No vamos a desvelar dónde se encuentra actualmente el doctor Sun, discípulo de Jung, porque pondríamos su vida en peligro. Nos limitaremos a decir que donde quiera que se encuentre tiene un ordenador a mano, tal vez un portátil, y está conectado a Internet.




Tras una vida tan ajetreada como arriesgada, con tantos incidentes como experiencias y lecciones impagables, Sun no podría renunciar a su gran meta: alcanzar el subconsciente colectivo, descubierto por su adorable maestro, el doctor Karl Jung. De esta manera se propuso utilizar el mundo virtual como océano de agua dulce e impalpable y comenzó a navegar y contactar con gente y buscó la manera de lograr hipnotizarles a través del espacio virtual. No era fácil, ¿pero de qué otra manera se podría hipnotizar al prójimo? ¿Y de qué otra manera podría llegar al subconsciente colectivo sino a través de la hipnosis?


Experimentó durante mucho tiempo, sus técnicas experimentales llegaron a ser de lo más ridículas, por ejemplo intentó hipnotizar lanzando esas sacudidas que se pueden hacer a través del MSN, que parece que el ordenador que las recibe se sacude. De esta manera y ayudado por unas palabras escritas a toda prisa, pensó que podría abrir el subconsciente de su interlocutor virtual. Por supuesto que no funcionó. Entonces pensó que si pudieran escuchar su voz todo cambiaría. Y así fue. Navegando se encontró con algunos programas de voz, tales como el skydrive, o algo así, que quiere decir el conductor celeste, o algo así, porque este narrador no sabe inglés, ni lo necesita… al menos de momento.


Con semejante ayuda fue contactando con entidades virtuales a través de comunidades o páginas literarias. Pensó, tal vez con razón, tal vez no, que los aprendices de escritores que pululan en estas páginas son más listos que el común de los mortales que solo navegan para tirar el anzuelo y ver si pican peces, mejor dicho pezas o peças. Navegando de página en página halló en una llamada Grupobuho, a una tal Paulinita, así la llamó él por la ternura que le inspiró. Estaba contando en una historia íntima o autobiografía interior su poderoso deseo de perder su virginidad, un armatoste que pesa mucho y no sirve para nada. Venía a proponer una especie de casting, al que de inmediato se apuntó el doctor Sun, no porque deseara que la buena mujer le visitara en su domicilio particular y le hiciera lo que él le pidiera. Esto lo habría podido conseguir en cuanto logró hipnotizar virtualmente, que ciertamente tuvo algunos éxitos, aunque las hipnosis no fueron todo lo profundas que él deseaba. La prueba de que sus interlocutores estaban hipnotizados fue que hicieron unas cuantas cosas inusuales que él les pidió a través del programa de voz. Entonces les hubiera podido sugerir a sus hipnotizadas que le visitaran en su domicilio y le hicieran cosquillas íntimas. No lo hizo porque como cualquier profesional de la hipnosis, psiquiatra o terapeuta, sabe, la hipnosis es peligrosa y solo debe utilizarse para alcanzar metas terapéuticas, y esto con mucho cuidado.


Sun pronto advirtió que la hipnosis no funcionaba con los hombres, a pesar de que se hizo pasar por mujer virtual. Tal vez no consiguiera engañarles o tal vez ellos fueran mujeres haciéndose pasar por hombres virtuales o tal vez porque la única forma de hipnotizar a un macho virtualmente es convencerle de que eres hembra y de que estás dispuesta a tener relaciones íntimas con cualquiera. En cambio con las mujeres, y especialmente con las que estaban ansiosas de sexo, la hipnosis funcionaba a las mil maravillas. Sun pensó que el sexo es una de las fuerzas primigenias del ser humano y una de las más fuertes, sino la que más, por eso es fácil hipnotizar a alguien que está ya casi “hipnotizado¨” por el sexo. Se abre una puerta al subconsciente y por ella se cuela casi todo, incluido el doctor Sun.


Por eso, entre otros motivos, el doctor pensó que la hipnosis funcionaría con Paulinita. Y tal vez a través de ella lograra lo que no había obtenido hasta ese momento con nadie: alcanzar el subconsciente colectivo. Contactó con ella a través del correo interior de Grupobuho y haciéndose pasar por un joven seductor, musculitos, culto, experto amante y etc etc convenció a Paulinita de que al menos él sería un buen candidato a quien entregar una virginidad ya un tanto marchita. Yo particularmente no creo que pudiera engañar a Paulinita, las mujeres tienen un especial olfato para estas cosas, y las vírgenes aún más, y las vírgenes deseosas de perder su virginidad y ansiosas… ¡ni te cuento! No obstante razones debió tener Paulinita para aceptar una comunicación virtual de poca monta y luego dejarse llevar al huerto del skydrive o lo que fuera. Ese fue su error, porque el doctor Sun alcanzó uno de los milagros de su vida: una hipnosis perfecta y virtual.


Pero cómo alcanzó esta genial meta y qué sucedió y las consecuencias que se derivaron para Paulinita y el doctor Sun, mejor las contamos en otra ocasión, porque esto es un microrelato… o al menos eso creo.