domingo, 27 de febrero de 2011

LA TORRE DE BABEL II











LA TORRE DE BABEL
I
ANTECEDENTES

LA TORRE DE BABEL

Tras la fiesta de fin de año, que ya les narré, muy sobriamente (hay detalles que pondrían los pelos de punta a un paparazzi) el rascacielos conocido como Torre de Babel, sito en París-LaFrance, vuelve a su vida habitual, con mucho retraso (ha pasado un mes desde la noche de fin de año) y con una gran necesidad de limpieza y de que una mano firme tome el timón.

A falta de otra menos peluda la mano férrea del doctor Sun agarra las riendas y no las suelta ni a tiros. Como ya les he contado Slictik el millonario entregó un cuantioso cheque de millonario a la comuna que sus personajes humorísticos, declarados en rebeldía procesal, habían fundado con el fin de darse a conocer al mundo y de llevar sus propias vidas al margen de las de su supuesto creador, ya que no creen para nada que ellas hayan sido creadas en un momento del tiempo y situadas en un espacio ficticio o virtual. Nosotros, los que nos consideramos seres reales, tampoco creemos en nuestro creador ni en haber sido creados por él. Como no lo vemos, decimos muy hipócritamente, no puede existir. Como el creador nunca se manifestó a sus criaturas y sí utilizó a Slictik como intermediario o ángel de la espada de fuego, ahora resulta que sus criaturas no creen en él porque “nunca lo han visto”. ¡Si tendrán morro! ¡Yo que les di todo lo que son y todo lo que serán!

Pero aceptemos lo inevitable. La rebelión se ha producido. Han sido expulsados del paraíso, donde campaban desnudos y sin vergüenza, por Slictik, -ángel-de-espada-de-fuego, y ahora se han refugiado en la Torre de Babel, el rascacielos más moderno y confortable del mundo y tal vez de la galaxia entera. Desde allí intentarán darse a conocer al mundo, asesorados por Martín, director de Marketín, e incluso apoderarse de él, gracias a los inventos del profesor Cabezaprivilegiada. Pero antes es preciso limpiar toda esta basura y estas vomitonas que un mes de juerga y resaca continua han dejado en paredes y suelos. El doctor Sun se encuentra a cada paso con braguitas y sujetadores de las pupilas de Anabel, hoy la madame tras la muerte de Lily, y con los slips de colores y comestibles de Johnny el gigoló y sus adláteres, también contratados para refocile de las habitantes del género femenino de esta perversa Torre de Babel, donde el padre Cañibano, un cura de antes del Vaticano, comenzará a lanzar sus diatribas apocalípticas.

El doctor Sun encuentra a Carl Future y le ordena proceda de inmediato a informatizar el edificio y a dotarlo de un sistema de seguridad portentoso. A continuación se encierra en el despacho del antiguo director de Brokers&Brokers, descuelga el teléfono y solicita de las páginas amarillas francesas el número de una empresa de seguridad. La telefonista, que está conchabada y recibe un estipendio por sugerir siempre el número de la empresa de limpieza de Candelaria, la limpiadora aria, le pone en contacto con este portento, fuera del tiempo presente, aunque no del espacio (tiene su despacho o nido de víboras nazis en un piso de una de las torres de Montparnase).



Muy amablemente atiende Candelaria (que aún no sabe que es personaje humorístico y tiene derecho a parte del cheque de Slictik el millonario) al doctor Sun y éste queda encantado. La primera promete mandar inmediatamente una flota de desembarco de limpiadoras, al mando de la cual irá ella en persona, y el segundo promete un sustancioso cheque en cuanto pisen el hall de la Torre de Babel.
Al ir a retirarse del despacho para bajar a recibir a Candelaria, la limpiadora de raza aria, del doctor Sun choca con Don Fóbico Pesadilla, que está saliendo en estos momentos de un armario empotrado. Se disculpan ambos como si no pasara nada y cada uno sigue su camino.
En un pasillo el doctor Sun pisa a Olegario Brunelli, el humorista number one, que ronca sobre el suelo a pierna suelta. Ni siquiera se despierta.
El doctor Sun sigue pisando barrigas, cabezas, muslos y bajos vientres desnudos según va descendiendo de piso en piso (no se atreve a tomar el ascensor porque Carl Future le ha dicho que no son seguros). Conforme despierta les echa en cara su libertinaje y desenfreno y les embrisca al padre Cañibano, que ha caído del techo, como del cielo, en alguna parte de su recorrido. Les arenga para que se pongan manos a la obra y todos, una vez quitadas las legañas con los dedos, solicitan se les ponga su despachito oficial.
Estas son hasta el momento las peticiones que ha recibido el doctor Sun, sin perjuicio de recibir muchas, muchas más:
-Escuela espiritualista de Milarepa y Krosnamurti, azote de Occidente.
-Despacho de asesoramiento fiscal y económico y bursátil del Sr. Buenavista economista.
-Consultorio sexológico de Johnny el gigoló, Anabél y resto de pupilas y pupilos, que una vez llamados por estos nuevos millonarios para solazar sus días y sus noches, han decidido que ellos también son personajes humorísticos y tienen derecho al cheque y al correspondiente despachito oficial.
-Adalgisa se ha hecho con el despacho de un bróker sin pedir permiso a nadie y allí ha instalado su consultorio astrológico, pitonísico y de todas las mancias conocidas y por conocer.
Y así ha quedado la cosa… de momento. La flota de desembarco de Candelaria, la limpiadora de raza aria, está a punto de tocar puerto. Ya les iré narrando el resto… ¿Qué quién soy yo? Pues Lotario, el reportero más dicharachero del nuevo diario que se pondrá en marcha en la Torre de Babel. De momento hago de todo. Como paparazzi en ciernes les contaré en otro momento los desmanes y desenfrenos de este largo mes de Nochevieja en la Torre de Babel. ¡Si yo les contara todo! Solo les contaré una parte para que el escándalo no sea aún más mayúsculo e irreversible de lo que ya es.
Continuará.